Flora Característica.
San Martín de los Andes es la ciudad cabecera del Parque Nacional Lanín. En esta zona protegida se puede encontrar una gran variedad de flora nativa..
Esta localidad cordillerana se constituyó desde el 11 de mayo de 1937 en cabecera del Parque Nacional Lanín, el tercero en extensión del país con casi 400.000 hectáreas silvestres protegidas. Lanín es uno de los cuatro parques nacionales con que cuenta Neuquén, la provincia que tiene mayor número de este tipo de áreas naturales protegidas de todo el país: en su territorio se ubican el Parque Nacional Laguna Blanca próximo a Zapala, el Parque Nacional Los Arrayanes junto a Villa La Angostura, el Parque Nacional Lanín y parte del Parque Nacional Nahuel Huapi, el más extenso de nuestro país y uno de los más grandes del mundo.
El territorio del pehuén se extiende dentro del Parque Lanín en áreas ubicadas más al norte de San Martín de los Andes, aunque el último de los reductos de esta extraordinaria especie se encuentra al sur de la localidad, en las proximidades del lago de las Cármenes, tributario del lago Hermoso. En el bosque suelen encontrarse “pinos guachos”, como denominan los paisanos a las solitarias araucarias que conviven con el denso bosque nativo de robles, raulíes, ñires, lengas, coihues, cipreses o maitenes.
Pero el área Lácar del Parque Nacional Lanín en cambio es territorio del roble pellín y del raulí: dos especies de magnífico porte de la familia de los notophagus que pueblan las laderas. Y el límite oriental de estas especies es precisamente el cerro Curruhuinca, que cierra el casco urbano de la localidad por el oeste, y en las sendas que lo atraviesan para llegar al mirador de Las Bandurrias se pueden apreciar magníficos ejemplares de robles y raulíes.
Los robles pellín tienen grandes placas que se superponen en su corteza, sin que formen hendiduras de ningún tipo. En cambio el raulí muestra en el tronco profundas estrías verticales a través de las que aparece la tonalidad rojo oscura de su madera, y entre estas estrías se entrelazan los líquenes. La verticalidad de los troncos de estos árboles, que pueden vivir unos cuatro siglos, permite que los visitantes del bosque puedan ubicarse respecto de los puntos cardinales. El sector de los troncos de los árboles que apuntan al sur jamás recibe la luz del Sol y, por ende, es el de mayor humedad. En ese sector del tronco que mira al sur se establece la mayor cantidad de líquenes y musgos, que encuentran en esa humedad su hábitat más favorable.
Al roble pellín, llamado en lengua mapuche “coyam”, se le asigna ser el árbol sabio por excelencia, y la permanencia en bosques de esta especie transmite esa sabiduría. De acuerdo a antiguos testimonios del pueblo originario mapuche, las reuniones -“trabún” en lengua- en las que se requerían decisiones sabias, se realizaban en bosques de robles. Eran los “coyatum”. Además su corteza fue y es utilizada para obtener a partir de ella ciertos colorantes para los extraordinarios tejidos artesanales a telar.
·Ciervos
Dentro del parque se pueden encontrar ciervos que son exóticos a la zona. En algunos valles y zonas montañosas cercanas a San Martín de los Andes, en particular al atardecer y en horas de la noche, se percibe claramente el sonido vital de los machos de ciervos colorados que van al encuentro de sus harenes y de los revolcaderos en los mallines donde se concreta la recurrente ceremonia del amor.
Los lugares donde tradicionalmente es más factible escuchar la brama, están ubicados en las proximidades del lago Meliquina, o bien hacia el paso del Córdoba, también en las cercanías del lago Hermoso, y partiendo desde Junín de los Andes, en el área de Cerrito Piñón, a la vera de la ruta provincial 40, a pocos kilómetros de su unión con la nacional 237.