La fiebre amenaza con romper el termómetro. Un soldado de Néstor Kirchner, que allá por 2004, debió defender a Martín Redrado de los ataques transversales por su excesivo liberalismo, se agarraba la cabeza y susurraba: "nuestra capacidad para generarnos problemas es inagotable. Por no saber seducir, perdimos otra pieza clave de nuestro diseño económico que, también es justo reconocer, se comportó de manera ladina y traicionera".
Sin embargo, una alta fuente de la Rosada, aún señalando el grave daño internacional para la credibilidad de la Argentina, sintió alivio con el decreto de Cristina Fernández que echó a las patadas a quien se considera ya "el (Julio) Cobos número dos": la situación - dijo - no daba para más. El hecho consumado, ante la actitud desestabilizadora, restablece la autoridad presidencial y si Redrado no quiere abandonar el Central, podría ser sacado hasta por la fuerza pública".
Como anticipó este diario, el estilo kirchnerista de redoblar la apuesta y de seguir jugando a todo o nada, sigue vigente. No se trepidará en abrir más flancos en la lucha contra "los poderosos" que obstaculicen las decisiones relacionadas con el control de "la caja". En este caso, sobre la disponibilidad de casi 6600 millones de dólares del Fondo del Bicentenario, creado para tranquilizar a los inversores, lograr nuevos préstamos a baja tasa de interés y, por qué no, utilizar parte de ese dinero para domesticar a intendentes y gobernadores, siempre necesitados de efectivo.
Las fuentes consultadas por "Río Negro" dijeron que hubo "santa paciencia" con Redrado. "Nos desobedeció 14 días y le dimos 48 horas tras el ultimátum de Cristina para que recapacitara y renunciara con dignidad. Por respuesta, se reunió con los radicales, en una clara actitud de deslealtad, que complementó con la difusión de informes subrepticios que pasaba a la prensa".
En las filas que se mantienen disciplinadas detrás del matrimonio presidencial le reprocharon a Redrado su oportunismo. "Olfatea que el viento cambia de dirección y ya se ubica en la oposición, igual que Cobos, quien es palmeado y vivado cuando camina por la calle", tras su voto no positivo en materia de retenciones agropecuarias.
Sobre la falta de definición de Mario Blejer, para hacerse cargo del Banco Central en la actual situación de conflicto, las fuentes consultadas dijeron que se trata de "un personaje que cuida su prestigio y que no asumirá hasta que el tema no se esclarezca", indicaron. Admitieron que si bien el despido drástico "es una salida mala", no habrá forma de revertirla en lo inmediato por la vía legislativa. Se abrirán las instancias judiciales, mientras que en la cuarta semana de enero se reunirá la bicameral de los DNU.
ARNALDO PAGANETTI