| La joven imputada escuchó el fallo sin hacer gestos; sólo intercambió una mirada con su madre, quien se encontraba en el otro extremo del salón. Para los jueces, la joven fue creíble. No hay certeza de que no haya participado en el ataque a Nadia, pero ningún elemento probatorio pudo desvirtuar por completo sus dichos, por lo que la absolución respondió al beneficio de la duda. "Ella pidió el careo con Garrido; le gritó en la cara, le dijo que tenía los ojos del diablo y lo insultó para que diga lo que había hecho"; según los exámenes psicológicos "no tiene tendencia a la manipulación, aunque sí tiene rasgos de impulsividad" y "demostró colaboración" a la hora de las entrevistas. "No hay pruebas de que se llevó los cuchillos en el morral ni de que fue ella quien lo tiró al arroyo Salado", dice el fallo, que también computa a su favor las lesiones y marcas de los pellizcos que le habría causado Garrido antes de atacar a Nadia. También jugó a su favor la inspección ocular en la casa de la víctima, por la que se pudo demostrar que la puerta de la habitación donde Natalí dice haber quedado encerrada, efectivamente se trababa por un problema en el picaportes y no podía abrirse desde adentro. | |