NEUQUÉN (AN)- Diariamente la ciudad de Neuquén arroja 58,8 millones de litros de aguas servidas a los ríos Neuquén y Limay a raíz del colapso de las dos principales plantas de tratamiento de líquidos cloacales que controla el Ente Provincial de Agua y Saneamiento.
Si bien desde el organismo provincial se anunciaron una serie de obras de ampliación, durante los últimos tres meses varios barrios se han visto afectados por el desborde de distintas redes del servicio.
De acuerdo con lo denunciado por el director obrero del EPAS, Carlos Muñoz, Neuquén cuenta entre las dos plantas de tratamiento con capacidad para procesar 1.250 metros cúbicos de aguas servidas por hora, pero en el mismo período de tiempo recibe 3.700 metros cúbicos. Los restantes 2.450 metros cúbicos por hora, que suman 58.800.000 litros por día, son evacuados sin tratamiento previo a los dos ríos que delimitan la ciudad.
En el caso del río Limay la principal planta de tratamiento de la ciudad, Tronador, evacua sin sanear el 63% de los materiales que a ella ingresan, alcanzando la impactante cifra de 2.000 metros cúbicos por hora.
Desde hace un par de meses el EPAS emprendió una serie de obras por más de 7.000.000 de pesos para ampliar en tres módulos esa planta, llevando a nueve la cantidad de receptáculos y haciendo que esa central pueda procesar los residuos de 210.000 de los más de 300.000 habitantes capitalinos.
Sin embargo, mientras las obras se encuentran paralizadas por la demora en el pago a la constructora, el EPAS sólo la primera ampliación de Tronador demandó una inversión de cinco millones de pesos. Además se tienen en carpeta la ampliación de la planta PIN por 12,2 millones de pesos y la creación de una nueva planta en Bardas Norte por 7,8 millones.
A pesar de que en 2006 se presentó una iniciativa popular con más de 2.500 firmas en pos de la aprobación de un marco regulatorio del servicio, la prestación sigue realizándose sin siquiera un contrato de concesión que regule los más de 140 reclamos telefónicos que se reciben en las oficinas del organismo provincial, y que establezca penas superadoras a las 30 multas que en lo que va del año le aplicó al EPAS la comuna por su mal funcionamiento.
Calcular el costo de la prestación y mantenimiento del servicio local es, según las autoridades del EPAS casi imposible, dado que mientras el servicio de dos tercios de la ciudad es regulado por empresas tercerizadas, el organismo abarca a una decena de comunas de la provincia en donde se presta tanto el servicio de tratamiento de líquidos cloacales como el de agua potable.