El retorno del derrocado presidente hondureño, Manuel Zelaya, parece haber entrado en un punto muerto, con la permanencia del político liberal "acampado" en Ocotal, una ciudad nicaragüense ubicada cerca de la frontera común con Honduras.

Tampoco su esposa Xiomara Castro ha podido avanzar hacia el paso fronterizo de "Las Manos" para abrazarse con su marido, y permanece varada, junto a sus hijos Hortensia y José María y a su suegra en El Arenal, Danlí, provincia de El Paraíso. Ella también ha decidido acampar en el lugar donde es retenida por un fuerte vallado militar "esperando por cordura". Y denunció "Nosotros tememos por nuestra vida y lo único que queremos es que nos permitan cruzar por la carretera principal, a la vista del pueblo y de los medios de comunicación. Esa es la única seguridad que nosotros tenemos de que no nos pueda pasar nada."

Allegados al depuesto mandatario informaron que Zelaya Rosales "se encuentra reunido" con dirigentes sociales de su país en la ciudad de Ocotal, 226 kilómetros al norte de la capital, "analizando opciones" para concretar el tan anunciado retorno al país. (M.S.)