Los mapuche, la mayor etnia indígena de Chile, reivindican tierras al sur del país, lo que ha generado una situación de conflicto, que se ha agravado con la toma o el incendio de terrenos de particulares o del Estado que consideran suyas por derecho ancestral.
La situación de los mapuche o 'gente de la tierra' será abordada en la Cumbre Indígena que se desarrollará en la peruana ciudad de Puno desde este viernes. La discriminación que denuncian, sumada a una respuesta oficial incompleta a su reivindicación de tierras, ha derivado en los últimos años en una radicalización de la protesta de algunos grupos mapuche.
El conflicto, que viene desde el siglo XIX, afecta a un pueblo cada vez más disminuido y que ve cómo sus tradiciones ancestrales se pierden en medio del desarrollo de las sociedades urbanas. Activistas mapuches han incrementado en los últimos meses ataques contra haciendas maquinarias o vehículos y han tomado algunos terrenos en manos de terratenientes, empresas forestales o incluso del Estado.
Varias organizaciones regionales mapuches piden al Estado una redistribución de tierras. Hasta 2006 se les habían entregado unas 504.000 hectáreas, que los indígenas consideran insuficientes.
La radicalización ha encontrado una fuerte respuesta policial, manteniendo en tensión las regiones sureñas de Araucanía y BioBio.
La última polémica contra el Estado involucra a una decena de líderes mapuches, condenados por una severísima ley antiterrorista de la dictadura de Augusto Pinochet tras haber atacado a bala a un fiscal y cinco policías en octubre pasado.
La normativa, que triplica las penas para delitos considerados graves, ha sido fuertemente criticada por organizaciones de derechos humanos. "Pinochet elaboró esta ley para aplicarla a su enemigo interno, ahora los enemigos internos del Estado chileno somos los mapuche", opinó el líder mapuche Aucan Huilcamán.
"En Chile, no hay presos por ser mapuche, sino por haber cometido un delito", replicó la presidenta Michelle Bachelet. Frente a la preocupación internacional, el Estado asumió la necesidad de avanzar en los derechos de los indígenas y elaboró una ley que les otorga reconocimiento constitucional.
"Esa ley brindará protección a sus derechos sobre tierras y aguas; a participar en los procesos de toma de decisiones político-ciudadanas y a promover sus culturas y costumbres", explicó el director de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, Alvaro Marifil.
"El Estado dialoga pero no creo que haya mucha voluntad para avanzar políticamente", cuestionó el analista Patricio Navia. "Reconocer derechos políticos a los mapuche sería cuestionar el mito fundacional de la nación chilena, que sugiere que lo chileno nace reemplazando lo español y lo mapuche", agregó a la AFP.
Más de un millón de chilenos se autoidentifican como indígena, y de ellos el 87% se define como mapuche. El resto se reparte en comunidades como diaguitas, changos, chonos, alacalufes o yaganes. Un tercio de los mapuches vive aún en comunidades en el sur; la mayoría sin embargo emigró y se asentó en los barrios más pobres de ciudades como Santiago y Concepción.
AFP