PERGAMINO (Claudio Rabinovitch, enviado especial).- "La cosa viene mal", "estamos en caída libre"...Frases de este tenor no dejan de escucharse por donde uno camine en Pergamino, ciudad central en el mapa sojero del noroeste de la provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, andando por la céntrica avenida Roca, o por la peatonal San Nicolás, la ciudad parece próspera y reluciente.
Casas de indumentaria deportiva iluminadas, bares con gente tomando su café en la vereda, puestos de diario con revistas nacionales y extranjeras, plazas y calles limpias. La primera impresión para el visitante parece ser otra.
¿Cuál es entonces la realidad de esta localidad situada a 222 kilómetros de la Capital Federal y cuanto está impactando el conflicto del campo?
Explica Guillermo Baduy, jefe de redacción del diario "La Opinión": "Ocurre que en los últimos siete años Pergamino recibió los beneficios de la reactivación del país, incluso creció por sobre la media nacional, a tal punto que hace un año tenía uno de los indices más bajos de desocupación de la provincia, pero la fuerte sequía, sumada a las políticas para el campo golpearon fuerte a nuestra ciudad. A ello se agrega la creciente falta de expectativas lo que provoca que el consumo en los restaurantes cayera en estos meses en un 30%, y lo mismo pasa en los demás rubros".
Por el contexto del que se venía, las opiniones coinciden en que se siente más el parate .
Baduy subraya que para comprender cabalmente lo que está pasando hay que conocer la idiosincracia del productor que "cuando tiene dinero gasta en restaurante, compra automóviles, camionetas, tractores, manda a sus hijos a un colegio privado, a clubes; en fin, dinamiza toda la actividad".
El diario que conduce periodísticamente Baduy está ubicado en el tercer piso de un moderno shopping. Los habitués al lugar coinciden en la sensible baja de movimiento.
Caminando por la calle La Merced, un hombre de unos 50 años consultado por este cronista cuenta su vivencia. "Yo tenía un pequeño campo de soja pero se me hizo improductivo, los alquileres se dejan de pagar y para aguantar tenés que disponer de una superficie de mediana para arriba".
Un remisero mete un bocadillo en medio del viaje: "¡Hablan de los gringos que compraron los campos pero que no se vayan, esto pronto va a ser un desierto!, y aunque no existe la inseguridad de otros lados, ya hay episodios de violencia por la gente que viene de otros lugares a vivir en los bordes de la ciudad".
Un rubro comercial muy fuerte que registra graves pérdidas, es el de confección de ropas, sobre todo lo que tiene que ver con la demanda que genera la actividad rural.
En definitiva, es erróneo expresar que la caída de Pergamino se limita al campo, sino que es industrial.
Razones de fondo
Pergamino es la cabecera de una zona agrícola ganadera que incluye Rojas, Salto, Colón y Arrecifes. Si bien la primera está habitada por 110.000 habitantes, toda la región integra a unos 300.000 pobladores.
Pero un dato relevante a la hora de analizar lo que está ocurriendo es que además del centro, Pergamino comprende 12 pueblos rurales que subsisten exclusivamente del campo.
Por ello no solo el alto nivel de retenciones está perjudicando a la zona, sino que también el último anuncio de coparticipar el impuesto no hace más que echar nafta al fuego.
El intendente Héctor "Cachi" Gutiérrez señala al respecto: "De coparticipación Pergamino va a recibir menos de 2 millones de pesos, mientras si se bajaran 5 % las retenciones se incorporarían al sistema productivo 50 millones de pesos".
Gutiérrez -tres veces electo jefe de este municipio- es un radical K que se distanció del gobierno y acompaña a Margarita Stolbizer, siendo en el plano nacional cercano al vicepresidente Julio Cobos.
En el café Los Libros, donde accede a un diálogo con "Río Negro", el concejal oficialista Pablo Mazzei desliza que estudia plantear la inconstitucionalidad de la medida ya que la Constitución Nacional "no habilita a legislar sobre impuestos por decreto de necesidad y urgencia. El día de mañana puede ocurrir al revés, que a la presidenta se le ocurra quitar la coparticipación de un impuesto".
Mazzei agrega un dato comparativo que en Pergamino está en boca de todos: "Solo La Matanza recibiría 30 millones de pesos. El mensaje es claro: el gobierno ha optado por el territorio capaz de ofrecerle rédito en votos".
La visión predominante es que aquí el gobierno va a sufrir una paliza electoral, pero que es una cuestión asumida por el kirchnerismo. Apenas algún político oficialista como Manuel Elías, expresa que gracias a las decisiones gubernamentales el país se recuperó del 2001.
En la plaza 9 de julio, tras el acto en homenaje a las víctimas del 33 golpe de Estado, el concejal y comerciante de semillas, Omar Pacini, asegura que la ganadería está desapareciendo de la región, y la agroindustria paralizada. Pacini (padre de Fernando un conocido comentarista deportivo) indica que aunque la coparticiapción algo aporta, la idea es que "no llega nunca".
"De cada 1000 pesos que se lleva el Estado, nos devuelven 1 peso", resume Roberto Campi titular de la Sociedad Rural pergaminense. "Si con esto de la coparticipación se está buscando comprar la voluntad de la gente de campo (la presidenta) está totalmente equivocada".
De todos modos, está claro que no es esa la intención de la política oficial.