El cuerpo de Ana Carla apareció semisumergido en un sitio casi inaccesible.
Aunque todavía no se conocía ayer el resultado de la autopsia se presume que la nena fue arrojada con vida al agua, en una pequeña ensenada que hace la costa, donde el río es bastante profundo. Se encuentra allí la chacra del diputado Scalesi. Es detrás del barrio San Martín a unos 200 metros de la ex ruta 3.
"Si hubiera sido arrojado sin vida habría flotado y habría aparecido mucho más lejos, si es que aparecía", dijo una fuente policial. Se estima que tras hundirse, la corriente arrastró el cuerpo por el fondo del río unos 250 metros aguas abajo.
Allí a pocos metros del terraplén, entre arbustos y matorrales, la correntada depositó el cadáver de la pequeña muy dañado por las horas que pasó en el fondo del río.
Hasta allí llegó el personal policial con los perros. Minutos después arribó el juez Carlos Reussi, la fiscal Daniela Zágari, el jefe de la Policía Víctor Cufré y el subjefe, Jorge Villanova.
Para los investigadores, el caso está esclarecido. "Resta poder reunir todos los elementos para confirmar la autoría, pero hay fuertes indicios que marcan lo que ocurrió", expresaron a este diario fuentes ligadas a la investigación.