WASHINGTON (AP).- Mientras se acumulaban las malas noticias económicas, el presidente de Estados Unidos desafió ayer a la nación a no quedarse quieta sino a ver los momentos malos como una posibilidad de "descubrir la gran oportunidad que hay en medio de la gran crisis´´.
"Eso es lo que podemos hacer y debemos hacer hoy y estoy completamente seguro de que es lo que haremos", agregó Obama.
La semana laboral acabó con otra nota amarga, con un reporte de que desaparecieron 651.000 empleos estadounidenses más y una tasa de desempleo que subió a 8,1%. Fue la tasa más alta en más de 25 años, mientras la recesión continúa ejerciendo presiones enormes sobre las familias y el sector productivo.
Su objetivo fue tratar de tranquilizar al país, diciendo que él y su equipo están dando pasos concretos para crear trabajos en el corto plazo y que empiezan a enfrentar los problemas más grandes, como la salud pública, algo que afecta a virtualmente todos los norteamericanos.
En su informe de lo ocurrido en la última semana mencionó el lanzamiento de un plan más detallado que ayude a los propietarios de viviendas a evitar el embargo, un nuevo plan de créditos que estimule el otorgamiento de préstamos a personas y negocios, una reforma de la manera en la que el gobierno entrega contratos privados para reducir deshechos y un encuentro de alto nivel sobre cómo resolver la crisis de salud pública de la nación.
En cuanto al último punto, Obama se ha fijado la meta de promulgar este año una iniciativa de ley que arregle el sistema de salud pública estadounidense, que es el más costoso del mundo y que sin embargo tiene a unos 48 millones de personas sin seguro.