En el estadio Velodrome de Marsella no fue un amistoso más el que se jugó ayer. Primero, porque en Argentina estaban Maradona, Messi y Cía. Pero además, porque los hinchas ya no aceptan el mal momento que transita la selección francesa.
Los murmullos que se escucharon durante casi todo el juego se transformaron en silbidos a mitad de la segunda parte y en insultos y pedidos de renuncia para el DT de Les Blues después del golazo de Messi.
Los hinchas argentinos, pese a ser minoría, se hicieron escuchar. Ubicados en un ángulo del estadio, unos dos mil argentinos, con banderas, bengalas y bombos cantaron durate todo el partido y en momentos "taparon" a los locales, que ya con el resultado consumado ovacionaron a la Pulga y sus compañeros.
Mística: Maradona pegó láminas en el vestuario que motivaron a sus dirigidos, algo que al parece sirvió. "Diego no nos dijo nada en especial pero eso fue importante, porque como decían cuando venimos a la Selección no lo hacemos para cumplir", dijo Messi.
Gran pérdida: Antes del choque se hizo un minuto de silencio como homenaje a Atilio Di Pace, el ex vicepresidente de Independiente y Arsenal que falleció a los 62 años tras luchar contra una grave enfermedad. La selección nacional usó un brazalete negro por ello.