ESTAMBUL/EL CAIRO/BAGDAD.- Ya en las primera horas de su mandato como presidente de Estados Unidos, Barack Obama apuntó un giro en tres campos especialmente sensibles para el mundo árabe: la presencia de las tropas estadounidenses en Irak, el conflicto árabe-israelí y el campo de prisioneros de Guantánamo, de dudosa legalidad.
Pese a ello, el día después de la toma de posesión de Obama no dominó en el mundo árabe el entusiasmo por la atracción y el brío del nuevo hombre en la Casa Blanca, sino la alegría por la marcha de su predecesor, George W. Bush.
"Por fin abandonó Bush la Casa Blanca (...) dejando una sangrienta herencia", comentaba el diario libanés "Al Safir". La agencia de noticias estatal siria SANA colocaba ayer una favorecedora foto de Obama junto a una foto de archivo de Bush, poniéndose a salvo del golpe del zapato lanzado por el periodista iraquí Muntasser al Saidi en su contra.
"Obama entra a la Casa Blanca por una puerta grande, mientras Bush la abandona por la más pequeña", comenta SANA. La cúpula siria bajo la presidencia de Baschar al Assad espera ahora un nuevo comienzo en las relaciones entre Washington y Damasco, según fuentes cercanas del gobierno. El primer paso para ello sería, según analistas sirios, el envío de un embajador estadounidense a Siria.
Los palestinos, que siempre acusaron a Bush de que su reconocimiento del derecho de los palestinos a fundar un Estado no era más que palabras vacías, piensan que con Obama las cosas sólo pueden ir mejor. Pero Chalid Abdulmayid, portavoz de la fracción palestina radical en Damasco, critica que "Obama no mencionó ni con una sílaba la cuestión palestina en su discurso de asunción".
El hecho de que Obama no haya hecho mención a la ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza que acaba de terminar también es lamentable, consideró.
En Irak, donde Estados Unidos tiene estacionados más de 140.000 soldados, parece a primera vista que cayó bien el discurso de Obama en el que habló de una retirada "responsable" del país. "Estamos contentos de que dejara claro en su discurso que hará realidad sus promesas de campaña electoral sobre la política estadounidense en Irak", comentó el diputado Abbas al Bajati, miembro de la comisión de seguridad del Parlamento por el partido Alianza de Chiítas.
"Obama ha mostrado que no se basa en partidos ni en personas, como su predecesor, sino en instituciones", lo alabó Ijad al Samarrai del Frente de Consenso sunnita. (DPA)