Hillary Clinton se convirtió ayer en la secretaria de Estado norteamericana después de que el Senado de Estados Unidos confirmase su designación y de que la ex primera dama jurase el cargo.
Clinton, que juró el cargo mientras su marido, el ex presidente Bill Clinton, sostenía la biblia, también renunció ayer oficialmente a su escaño en el Senado, según la cadena de televisión CNN, a través de una carta al gobernador de Nueva York, David Paterson.
Paterson tendrá que designar en breve a un sucesor para Clinton, y entre los candidatos se encuentra Caroline Kennedy, hija del asesinado presidente John F. Kennedy.
Antes de la jura del cargo, el pleno del Senado de Estados Unidos confirmó por 94 votos a favor y dos en contra el nombramiento de Clinton como responsable de Relaciones Exteriores y jefa de la diplomacia del gabinete de Barack Obama.
Clinton, de 61 años, aceptó la designación de Obama después de ser derrotada por el ahora presidente estadounidense en las primarias demócratas. La confirmación de la ex primera dama pasó por momentos difíciles cuando numerosos senadores cuestionaron la compatibilidad del cargo de Clinton con las actividades recaudadoras de su marido, el ex presidente Clinton, para su fundación.
Muchos de los donantes de Bill Clinton son extranjeros, y algunos de ellos gobiernos, por lo que eventuales decisiones que tome Clinton podrían ser interpretadas como favores devueltos por las aportaciones a su marido.
Sin embargo, después de un debate en el pleno, los senadores votaron abrumadoramente a favor de su confirmación. (AFP)