TEL AVIV/GAZA/EL CAIRO.- Las tropas israelíes prosiguieron ayer su ofensiva terrestre en la Franja de Gaza y mantuvieron intensos combates con milicianos de la organización islamista palestina Hamas, convirtiendo la operación militar en la más sangrienta de todos los tiempos en los territorios palestinos.
Según las autoridades sanitarias de la Franja, en los nueve días de ataques se han registrado ya al menos 520 muertos y otros 2.500 heridos entre la parte palestina. Hasta ahora la intervención israelí más sangrienta en los territorios había sido la Operación "Escudo Defensivo", que comenzó en Cisjordania el 29 de marzo de 2002 y dejó en cinco semanas 497 palestinos muertos en reacción a la ola de atentados suicidas registrada en Israel.
Después de más de una semana de intensos ataques aéreos, los soldados y tanques israelíes se adentraron en la noche del sábado en la Franja de Gaza desde varias posiciones y a lo largo del día de ayer dividieron el territorio en una mitad norte y una mitad sur que quedaron incomunicadas entre sí.
Según médicos en Gaza, la ofensiva terrestre ha dejado desde la noche del sábado 50 muertos y 2.000 heridos palestinos. Por su parte, un portavoz militar confirmó la muerte de un soldado israelí. Según el Ejército, otros 31 soldados resultaron heridos, uno de los cuales continúa en estado crítico. Sin embargo, el portavoz militar rechazó como una "mentira absoluta" afirmaciones de Hamas de que capturó a nueve soldados y un oficial.
El objetivo de la invasión terrestre es tomar el control sobre los territorios desde los que Hamas y otras organizaciones militantes palestinas lanzan casi constantemente cohetes y granadas de mortero contra ciudades limítrofes israelíes.
Sin embargo, ayer se registró de nuevo el impacto de más de 30 proyectiles palestinos en territorio israelí. Desde el comienzo de la operación han muerto cuatro israelíes a consecuencia de los cerca de 500 cohetes y granadas lanzadas.
Los soldados en tierra son apoyados desde el aire por la aviación. Según fuentes palestinas, nuevos ataques aéreos dejaron ayer por lo menos siete muertos en el sur de la Franja de Gaza.
En la ciudad fronteriza de Rafah murieron cinco miembros de una familia de contrabandistas cuando un misil impactó en su casa. Mientras, en otro ataque en Jan Yunis fueron abatidos otros dos miembros de Hamas especializados en el lanzamiento de cohetes. Según un portavoz del Ejército, Hussam Hamdan y Mohammed Hilo fueron alcanzados también por un misil cuando se encontraban en el interior de una casa. Mientras tanto, el Ejército mató a un palestino en Cisjordania que, según medios de comunicación, había lanzado piedras contra soldados durante una manifestación.
Por su parte, Hamas convocó a todas las facciones palestinas a una reunión de crisis. El portavoz de la organización, Mohammed Nazal, dijo ayer a la emisora de noticias Al Arabiya que "todas las fuerzas nacionalistas deberían reunirse para decidir una actuación conjunta frente a la ofensiva del Ejército israelí".
Otro representante de Hamas llamó ayer los palestinos a reunirse en torno al presidente, Mahmoud Abbas, del partido rival Al Fatah, "para mostrar a la opinión pública internacional que en estos momentos difíciles permanecemos unidos". (AFP/DPA)