Uno de los principales dirigentes de Hamas, Nizar Rayan, murió el jueves en un ataque aéreo israelí en Gaza junto con sus cuatro esposas y 10 de sus 12 hijos, además de dos vecinos, en el sexto día de una ofensiva contra la organización islamista que ya se ha cobrado 420 vidas.
Rayan, de 51 años, que un día antes de su muerte predijo la victoria palestina sobre los israelíes, es hasta el momento el dirigente de más alto rango de Hamas muerto en los bombardeos de la última semana.
Dos aviones F-16 israelíes dispararon dos misiles contra su casa de cinco pisos en el campo de refugiados de Jabaliya, en el norte de la Franja de Gaza, reduciéndola a un montón de ruinas.
La potente explosión propulsó el cadáver decapitado de Nayan a la calle, según testigos. "Fue como un terremoto", explicó un vecino. Quince personas resultaron heridas.
Rayan había perdido a otro de sus hijos en un ataque suicida contra una colonia israelí en el 2005.
Entre tanto, el primer ministro de Israel, Ehud Olmert, aseguraba que no desea "una guerra prolongada" y su canciller, Tzipi Livni, rechazaba en París, donde se reunió con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, los llamamientos a una tregua.
Livni dijo que una tregua permitiría a Hamas reagruparse. "Entendemos que mientras dura la operación contra Hamas, necesitamos facilitar la vida de la población civil", añadió. "En esta operación, Israel diferencia la guerra contra el terrorismo contra los miembros de Hamas, de la población civil. Al hacer eso, mantenemos la situación de la población en la Franja de Gaza exactamente como debería ser", argumentó la funcionaria israelí.
"La decisión de que la operación ha cumplido con sus objetivos se hará según las evaluaciones cotidianas que llevamos a cabo", declaró Livni, quien rechazó un llamamiento de Francia para una tregua de 48 horas destinada a proveer ayuda humanitaria a los habitantes de Gaza tras seis días de bombardeos israelíes.
"Tomaremos la decisión cuando llegue el momento", recalcó, avanzando que, para suspender la campaña, el gobierno israelí ha de tener claro que "Hamas ha comprendido que ya basta".
También Hamas negó haber aceptado "con condiciones" la propuesta europea de tregua y la atribuyó a un comunicado falso difundido por sus enemigos.
"Es un falso comunicado desprovisto de toda verdad. Ha sido propagado por partes hostiles con el fin de sembrar dudas sobre las posiciones del Hamas", declaró a la AFP el portavoz del movimiento, Fawzi Barhoum. "No he hecho declaración alguna al respecto", añadió.
Según los servicios de emergencia del territorio, 420 palestinos han muerto y cerca de 2.000 resultaron heridos desde el lanzamiento de la operación israelí "Plomo Endurecido", con la que Israel dice querer acabar con los disparos de cohetes contra su territorio.
La aviación hebrea efectuó numerosas incursiones durante la mañana, atacando especialmente el norte del territorio, mientras que la Marina seguía disparando contra nuevos blancos desde el mar, según testigos. El mando militar israelí anunció en un comunicado haber alcanzado durante la noche una veintena de objetivos de Hamas, en el poder en la Franja desde junio del 2007. Se trata de "ministerios" de Hamas, un edificio del parlamento palestino y túneles de contrabando y talleres de "fabricación de cohetes", indicó el comunicado.
La operación militar cuenta con el apoyo de la opinión pública israelí: el 71% de los ciudadanos está a favor de que continúe, según un sondeo publicado el jueves por el diario Haaretz.
Jornada de cólera
La policía israelí ha sido movilizada para garantizar la calma en Jerusalén el viernes, declarado una "jornada de cólera" por el movimiento islamista palestino Hamas, informó ayer el portavoz policial Micky Rosenfeld.
"Movilizamos a miles de hombres por todo Jerusalén este (anexada por el Estado hebreo) y por los pueblos vecinos para mantener la calma el viernes", dijo el funcionario.
"Queremos preservar la calma a cualquier precio y por eso pusimos en marcha un diálogo con los responsables de esos pueblos", añadió.
Hamas hizo un llamamiento ayer a los palestinos a una "jornada de cólera", a realizarse hoy, que debe verse enmarcada por manifestaciones contra la ofensiva israelí en la Franja de Gaza.
En un comunicado publicado en su página web informativa, Hamas exhortó a llevar a cabo "marchas masivas" después de las oraciones del viernes, a partir de la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén y de "todas las mezquitas en Cisjordania".
Rosenfeld precisó que "sólo los palestinos que dispongan de un documento de identidad israelí y mayores de 50 años" podrán participar en las oraciones del viernes en la Explanada de las Mezquitas, el tercer lugar santo del islam.
El portavoz policial especificó que el acceso a dicho lugar será libre para las mujeres. Por su parte, el ejército israelí anunció en un comunicado el cierre total durante 24 horas de Cisjordania, a partir del viernes a las cero hora.
Según un responsable de los servicios de seguridad palestinos, el ejército israelí arrestó el jueves a nueve palestinos en la región de Hebrón (sur de Cisjordania). Entre esos detenidos se encontraba el alcalde de la localidad de Samoa, Jamal Ul Djadai, así como el diputado Bassam Zaafir y el ex ministro de Colectividades Locales, Issa Djabari, estos dos últimos miembros de Hamas. Un portavoz militar no confirmó ni desmintió esos arrestos.
Esfuerzos diplomáticos
En el terreno diplomático, Libia presentó el miércoles ante el Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución instando a un alto el fuego inmediato en Gaza que debe ser objeto de discusión y negociación. Además, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, iniciará el lunes una gira por Oriente Medio para "buscar los caminos de la paz". El primer día visitará Egipto, Cisjordania e Israel, y el martes viajará a Siria y Líbano, anunció el palacio del Elíseo.
Por su parte, el papa Benedicto XVI hizo un llamamiento desde el Vaticano, con motivo como cada año de la "jornada mundial de la paz", para que la "violencia" y el "odio" "no se impongan" en el mundo en 2009, haciendo especial alusión a Oriente Medio donde, dijo, "la gran mayoría" de las poblaciones israelí y palestina quieren "vivir en paz".