El maestro argentino-israelí Daniel Barenboim debutó en el emblemático Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena con un exquisito culto a la música de la dinastía de los Strauss y abriendo el año de jubileo del compositor austríaco Joseph Haydn. Fiel a su compromiso con la causa de la paz, entre sus deseos para 2009 pidió "justicia en Oriente Medio".
El pianista y director, nacido en Buenos Aires y con pasaportes de Argentina, Israel, España y Palestina, dirigió por primera vez el concierto, que se realizó en la Sala Dorada del Musikverein en Viena y se televisó a 71 países.
"La Filarmónica de Viena y yo les deseamos Feliz Año Nuevo", dijo Barenboim en alemán, después de expresar en inglés su deseo de que 2009 sea un año de paz, y antes de interpretar la segunda y clásica propina: "El Danubio Azul", del "Rey del Vals".
Barenboim declaró a la prensa su crítica y rechazo a la actual estrategia de violencia del Gobierno israelí en los ataques a la Franja de Gaza. Para el presidente de la orquesta, Clemenes Hellsberg, Barenboim ha escrito "un cuento de hadas moderno" y relacionado a Oriente Medio con la fundación y dirección de la orquesta del Divan, formada hoy por músicos jóvenes de Israel, Palestina, España y otras naciones.