NEUQUEN (AN/ACE) - Los acusados no hablaron. Ayer terminó el juicio en su contra y todos aseguraron que no tenían nada que decir ni agregar a lo que ya habían declarado durante la instrucción que hizo el juez Guillermo Labate.
Mantuvieron la misma actitud desde que se inició el debate oral, en agosto. El último día del juicio el clima estuvo enrarecido dentro del tribunal: se notaba la ansiedad en los asistentes, había expectativa entre el publico y los magistrados se notaban preocupados ante cualquier detalle. Afuera hubo incidentes al ingreso de los procesados, cuando una treintena de manifestantes de Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (HIJOS) y otras agrupaciones, le tiraron bombitas de pintura cuando ingresaban al edificio del Tribunal Oral Federal.
Esta vez y debido a que se terminaban los alegatos, obligatoriamente asistieron a la sala de audiencias los ocho acusados de 17 secuestros, torturas y la desaparición forzada de Oscar Ragni.
"No tengo nada que decir", "No tengo nada que agregar", fueron las únicas frases que se les escuchó en cuatro meses a los militares retirados Enrique Braulio Olea, Oscar Lorenzo Reinhold, Mario Gómez Arenas, Hilarión De la Pas Sosa, Luis Alberto Farías Barrera, Sergio Adolfo San Martín, Jorge Eduardo Molina Ezcurra y Francisco Julio Oviedo.
El presidente del Tribunal Orlando Coscia intervino dos veces para advertirle al público, separado de los imputados, los jueces y representantes de las partes por un blíndex, que debía mantener la compostura o se iban a la vereda.
La audiencia reaccionó airada cuando el defensor de Sosa, Guillermo Alvarez, calificó de "dislate jurídico" a los Juicios Por La Verdad, en referencia a aquel proceso que se abrió en Bahía Blanca durante la vigencia de las leyes de Punto Final y Obediencia debida, con el objetivo de conocer el destino de los desaparecidos.
Corrieron versiones durante los primeros minutos de la audiencia de que Reinhold o Farías Barrera iban a hablar, pero luego quedaron disipadas cuando su defensor deslizó que si tenían alguna intención de decir algo, tras los incidentes de la primera hora decidieron mantener el mismo perfil que sostuvieron durante todo el juicio.