NEUQUÉN (AN/ACE).- El Tribunal Oral Federal de Neuquén condenó en fallo unánime a los ocho militares (R) acusados de secuestros, torturas y la desaparición forzada de Oscar Ragni en el centro clandestino "La Escuelita".
Los jueces decidieron que los acusados continuarán en la cárcel y echaron por tierra las pretensiones de las defensas de que una vez condenados, seis de los ocho procesados cumplieran la condena en su casa por ser mayores de 70 años.
Rechazaron los planteos de que la instrucción de la causa fue irregular, no hicieron lugar a las nulidades presentadas por los cinco equipos de las defensas y tampoco accedieron a los planteos de inconstitucionalidad de la asociación ilícita.
El tribunal condenó por "delitos de lesa humanidad" y los acusó a todos de ser autores y partícipes de una asociación ilícita, en tanto a siete de los ochos procesados los sentenció por los 17 casos de secuestros y torturas agravadas por la duración de la privación ilegal de la libertad y la condición de perseguidos políticos de las víctimas bajo tormentos.
El suboficial Francisco Julio Oviedo fue condenado por un solo caso (el secuestro ilegal de Edgardo Kristensen) y no le endilgaron los tormentos sufridos por el denunciante, aunque sí responsabilizaron al resto de los imputados por las torturas que sufrió el productor cipoleño en el centro clandestino.
No se habló en el dictamen del marco del genocidio, ni se esbozó la figura de desaparición forzada; en tanto la argumentación y las bases del fallo conocido ayer serán entregadas por los jueces "en el plazo máximo del 20 de febrero de 2009 a las 8, aunque puede ser antes", según se explicó.
El jefe de Inteligencia del Comando en 1976, Oscar Lorenzo Reinhold; el jefe del Batallón en 1976 Enrique Braulio Olea y el jefe del destacamento de Inteligencia 182 en el mismo período, Mario Gómez Arenas, recibieron las condenas máximas de 25 años de prisión por las torturas y secuestros de todos los denunciantes.
El jefe de Personal del Comando, Luis Alberto Farías Barrera fue condenado a 22 años; los militares de inteligencia acusados de ser los interrogadores en el centro clandestino, Sergio Adolfo San Martín y Jorge Molina Ezcurra recibieron 21 años de condena, y el médico acusado de supervisar la tortura, Hilarión Sosa, fue sentenciado a 20 años.
En una sala conmovida por la lectura de un dictamen condenatorio, los jueces agregaron que de acuerdo a lo que se escuchó en el juicio, el coronel (R) Raúl Axel Pastor debía ser investigado, al igual que el militar de inteligencia (R) Ramón Florenza, por lo que informaron que remitirán las actuaciones al juzgado de instrucción federal 2 para que se les inicie una causa.
Sobre los otros pedidos de investigación por ser presuntos partícipes de los mismos delitos, se indicó que los interesados podían retirar las copias que fueran de interés para que fueran promovidas como denuncias.
Los familiares y las víctimas coincidieron en que lo que se consiguió es "la justicia posible" y que bregarán por la continuidad de más condenas en el marco de que la causa tiene más de 100 denuncias presentadas; en esta etapa se condenó por 17 hechos.
Otros 39 casos están en proceso de ser elevados a juicio tras la reciente confirmación de 28 procesamientos el 5 de diciembre pasado.