El estallido de emoción nacional ocurrió a la 1 de la madrugada argentina. A esa hora, el demócrata Barack Obama hizo historia por partida doble, al convertirse en el primer negro en llegar a la presidencia de EE.UU. y sacar enormes ventajas en unos comicios con un nivel de participación sin precedentes.
De este modo, el candidato demócrata se apresta a gobernar un país sumido en la pero crisis económica desde la crisis de 1929 y en un complicado panorama internacional. Poco después de la 1. 20, su rival republicano John McCain reconoció la derrota, en un discurso donde ofreció trabajar por el bienestar del país.
El candidato demócrata y senador por Illinois, de 47 años, hijo de una mujer blanca de Kansas y de un padre negro de Kenia, explotó el profundo descontento y prometió una nueva era de cambio y esperanza a lo largo de una impecable campaña electoral de 21 meses. Habló ante cerca de un millón de seguidores que desbordaron el céntrico Grant Park de Chicago, ciudad adoptiva de Obama y su trampolín político.
"¿Hay alguien que tiene dudas de que en Estados Unidos todo es posible? Esta noche es su respuesta", señaló para luego recordar al reverendo Martin Luther King . Dijo que "Nuestro país envió un mensaje al mundo: somos mucho más que una colección de individuos. En estas elecciones, el cambio ha llegado a Estados Unidos", expresó. También agradeció a su familia y envió un mensaje especial para su abuela, fallecida hace poco. Reseñó la "histórica campaña electoral" y dedicó su triunfo a los miles de voluntarios que los respaldaron.
"Este triunfo es de ustedes, de la gente. Esta es su victoria. No lo hicieron para mí, lo hicieron por la magnitud de la tarea por venir. Dos guerras, un planeta en peligro, una crisis financiera colosal", explicó.
Homenajeó a los soldados que combaten en Irak y Afganistán, recordó a los "miles de estadounidenses que temen por sus viviendas hipotecadas" y alertó: "No podemos tener un Wall Street exitoso, mientras el ciudadano sufre", explicó.
A nivel nacional, escrutados el 63% de los sufragios, Obama lograba 44.140.532 el 51% de los votos, contra 41.203.455 de Mc Cain, el 48% de los votos. Pero en EE.UU. lo que cuenta es el Colegio Electoral, donde el demócrata logró una ventaja aplastante. Según las proyecciones, Obama tenía asegurados 297 votos electorales, mucho más que los 270 que necesitaba. Mc Cain se quedó en 139 .
Obama logró una sólida victoria sobre McCain tras ganar en estados reñidos como Ohio, Iowa, Florida y Virginia, que se sabía definirían estos comicios. Esos estados habían votado por George W. Bush en el 2004. Virginia no votaba por un candidato demócrata desde 1964. El nuevo presidente electo asestó también otros dos golpes duros a John McCain al triunfar en Nueva Hampshire y Pensilvania, estados tradicionalmente demócratas que su rival intentó incorporar a las filas republicanas.
Obama votó por la mañana, observó los primeros resultados en un hotel del centro de Chicago y luego se fue a su casa a cenar con su familia, tras una agotadora campaña de 21 meses. Los demócratas reforzaban su mayoría en el Congreso, al arrebatar bancas a los republicanos tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado.
Los estadounidenses formaron ayer largas colas para depositar su voto en las elecciones, en una asistencia sin precedentes a las urnas. Según las encuestas a boca de urna, la victoria de Obama se cimentó en el voto mayoritario entre las mujeres y las minorías hispana (el 67%votó por él) y negra. La economía fue por mucho el tema más relevante para el 60% de los votantes.