La elevada asistencia de votantes ocasionó problemas a los organizadores de las presidenciales en todo Estados Unidos. Las dificultades aparecieron temprano, cuando los ciudadanos acudieron masivamente para hacer fila en los estados del este del país, incluso antes de que saliera el Sol.
Los votantes tuvieron que usar papeletas de papel debido a problemas con las máquinas de votación electrónica en algunos recintos de Nueva Jersey.
En Virginia, una multitud tuvo que esperar más de lo acostumbrado en un caso porque, dijeron funcionarios electorales, el director de una biblioteca habilitada como casilla de votación durmió demasiado.
En Nueva York, muchas personas empezaron a hacer fila desde las 4 de la mañana frente a algunos recintos, lo que hizo que algunos medios informaran erróneamente que no estaban abriendo a tiempo.
En Lake Worth, Florida (sureste), un estado crucial para ambos candidatos, los votantes, que esperaban largas colas, se sorprendieron gratamente cuando vieron que ingresaban y salían de los locales de votación en 30 minutos. Jenna Sokolobsky, de 24 años, de Boynton Beach, había votado por McCain. "Mi hermano fue enviado cuatro veces a Irak y me gustan sus puntos de vista para proteger a nuestro país", agregó. Laura Burke, de 46 años, de Lake Worth, apoya a Obama. "No había forma de que pusiera a Sarah Palin en la presidencia", dice.
Desde muy temprano la concurrencia era elevada en la escuela primaria Lafayette en el suburbio de Washington de Chevy Chase, un barrio acomodado tradicionalmente demócrata en el que viven abogados, docentes y funcionarios públicos. "Nunca vi algo igual aquí", afirma Alice hayes, administradora de hospital. "Espero ver un cambio en este país", señala.
? El voto hispano. Luis Alfonso Soto Serrano votó temprano en un suburbio de la capital estadounidense. Soto, de 55 años, y nativo de Guatemala, es ciudadano desde la década pasada y acudió a un centro de votación en la vecina Silver Spring, Maryland, acompañado por sus dos hijos menores de edad. No declararó si votó por Obama o McCain, pero sí deseaba aprovechar el momento para dar a sus hijos una lección de civismo. "Quiero que aprendan desde ahora a participar", dijo el técnico en refrigeración. Los hispanos son el 15% de la población de Estados Unidos, pero apenas el 6% ddele elctorado.
? Cuba aún divide. Como ante cada jornada con mucho en juego para el futuro de la isla, cientos de cubanos del exilio se reunieron en el café Versailles de la Pequeña Habana de Miami y esperaban el resultado de las elecciones con el corazón dividido por las sensaciones. Pedro Olivera caminaba disfrazado de Papa Noél con una bandera estadounidense en una mano y un cartel de McCain-Palin en la otra. "No hay que creer en las promesas de Obama. Yo apuesto a McCain y a defender lo bueno que tiene este país", dice. "Los que quieren cambio que vayan a Cuba a ver como se vive", agrega. Alex Pérez, de 56 años y conductor de autobús en Miami, espera el triunfo de Obama: "Yo viví mucho tiempo en Nueva York, y estoy en Miami hace 28 años. No soy del exilio duro y confío que habrá un cambio para mejor sin tanta guerra".