Pareciera que las noticias negativas llegan de golpe y todas juntas para el gobierno.
Este nuevo embargo de los fondos en el exterior se suma al conflicto financiero internacional, la crisis interna por la estatización de las jubilaciones privadas y al serio problema de caja que tiene el Ejecutivo para enfrentar los compromisos de vencimiento externo e interno del período 2009-2010.
Si bien la medida del juez Griesa es transitoria, no deja de ser una señal negativa para el gobierno nacional, en medio de las negociaciones que está realizando con los bonistas y los bancos que estarían en condiciones de aceptar un nuevo canje de la deuda en default.
¿Qué pasa si Griesa hace lugar al embargo y ejecuta los futuros fondos estatales, hoy en manos de las AFJP? Los bonistas en default estarían en condiciones de cobrar mucho más de lo que la administración CFK hoy está ofreciendo para salir completamente del default. Con seguridad, los bancos que se comprometieron a llevar adelante este nuevo canje, están frenando todas las negociaciones a la espera de una decisión en firme del juez Griesa. Lo que está en juego son cerca de 30.000 millones de dólares (algo más de 20.000 millones de capital y el resto de intereses) por lo que para los bancos y los tenedores de los bonos en default, vale la pena esperar una semana más antes de continuar las conversaciones. Romper las reglas de juego tiene su costo.
(Redacción Central)