A poco más de un mes de las elecciones, los estadounidenses se preparan para "volver a la normalidad política", aunque seguramente la crisis económica centrará la recta final de la campaña presidencial.
Los medios estadounidenses no se ponían de acuerdo sobre la actuación de la candidata a vicepresidenta republicana, Sara Palin, en el debate presidencial. Con guiños, sonrisas y gestos, la candidata vicepresidencial republicana Sarah Palin se esforzó por conquistar a los votantes en su primer y único debate con su adversario demócrata Joseph Biden. Las encuestas indican que ella no ganó, pero la ausencia de errores implica que tampoco perdió.
Los dos disintieron en cuestiones de impuestos, política energética y la guerra en Irak, mientras Palin trataba de recuperar su imagen de enérgica reformista después de recientes entrevistas televisivas vacilantes que hicieron preguntarse al público si estaba a la altura de un alto cargo nacional. Biden, un senador experimentado, evitó atacar directamente a la gobernadora de Alaska y en cambio fustigó al candidato presidencial John McCain como continuador de las políticas fallidas de su correligionario el presidente George W. Bush.
Apenas aprobado el paquete de ayuda financiera, el demócrata Barack Obama volvió a centrar sus críticas en la economía, algo que le ha dado buenos réditos electorales. Usó el informe sobre la peor pérdida de plazas laborales en cinco años en el país para criticar las posturas de sus oponentes republicanos diciendo que "diariamente matan empleos en Estados Unidos''.
El senador por Illinois animó a los presentes a sacar a los republicanos de la Casa Blanca, al considerar que el gobierno no ha funcionado. Asimismo, respondió a las afirmaciones de Palin, quien en el dijo que el plan de Obama para reducir los gastos públicos costaría muchos empleos. "Cuando el senador McCain y su compañera de fórmula hablan de matar empleos, pues ellos sí saben de lo que están hablando. Porque las políticas que han apoyado y están apoyando ahora están matando diariamente empleos en Estados Unidos'', dijo.
Horas después, en una reunión con electores en Pueblo, Colorado, McCain dijo que los planes de Obama afectarían la economía. "Quiere más impuestos, un mayor aparato de gobierno, más gastos y francamente esos antecedentes no han sido algo bueno para Estados Unidos y no permitiremos que ocurran'', dijo McCain.
A un mes de los comicios, Obama va poniendo distancia su rival. Según la media de varias encuestas que realiza la web especializada "RealClearPolitics.com", su ventaja a nivel nacional es ya de 5,3 puntos porcentuales. Debido al complejo sistema electoral estadounidense, aún más importante que su ventaja es que aumentó en algunos de los estados en los que ganaba por poco e incluso volteó la situación en otros lugares clave donde McCain tenía la delantera. En Florida, por ejemplo, Obama tiene dos puntos de ventaja, en Virginia 2,5, en Ohio la distancia aumenta a tres y en Colorado a 4,4. Los cuatro suman 69 votos para el colegio electoral, y todos ellos fueron a parar al saco del republicano George W. Bush en 2004. Obama tiene además atados la mayoría de estados que tradicionalmente votan demócrata en las elecciones presidenciales, por lo que puede concentrar sus esfuerzos en los estados en disputa. (DPA/AFP)