WASHINGTON (AFP) - Los micros escolares menos frecuentes, cursos por internet, cambios en el empleo del tiempo: el aumento del precio de la gasolina en Estados Unidos inspira la imaginación de las escuelas que, para ahorrar en carburante, no dudan en cambiar las costumbres de los alumnos estadounidenses. En varios condados, los servicios de transporte escolar van a obligar a los niños a caminar más.
Con el objetivo de ahorrar gasolina, los tradicionales micros amarillos solo irán a buscar a los niños si viven más lejos de la escuela que a las distancias actuales.
"La gasolina se vuelve tan cara que queremos tener la posibilidad de hacer ajustes en los trayectos y las distancias entre las paradas", indicó Chris Cram, portavoz de las escuelas públicas del condado de Montgomery en el estado de Maryland (este), cerca de la capital Washington.
Actualmente, en ese condado los niños de la escuela primaria tienen transporte de micros si viven a más de 1,6 km de la escuela, o a más de 3,2 km en el caso de los liceos. Estas distancias reglamentarias no han sido modificadas en 12 años.