BUENOS AIRES (DyN).- El doble crimen de La Dársena perpetrado en 2003 por funcionarios públicos y encubierto a la sombra del "juarismo", fue adjudicado ayer por la justicia a cinco hombres, aunque la investigación no pudo aclarar cómo murió una de las víctimas y si hubo responsables políticos para ocultar los delitos.
Durante los ocho meses que demandó el juicio y los más de cinco años de instrucción, nadie pudo determinar quién, cómo y cuándo provocó la muerte y descuartizamiento de Leyla Bshier Nazar, de cuyo cuerpo los peritos hallaron el 40 por ciento. Los restos de su cadáver fueron encontrados en un descampado a metros del cuerpo de Patricia Villalba, quien había sido secuestrada el 5 de febrero, torturada y golpeada hasta morir. De todos modos, la cadena de encubrimientos montada con el crimen de Villalba para intentar ocultar la muerte de Nazar permitió ahora a la justicia identificar a los culpables.
Pero, en 2003, cuando en Santiago del Estero mandaba el juarismo, las investigaciones tras el hallazgo de los cuerpos se demoraban y se complicaban con pistas falsas como una fiesta en la localidad de Guayamba que finalmente descartó la fiscalía.
La llegada de Néstor Kirchner al poder, en mayo de 2003, y su promoción de causas por violaciones a los derechos humanos llevaron a legisladores y organizaciones santiagueñas a reclamar su ayuda para lograr la intervención federal a la provincia. El Congreso Nacional aceptó las razones de los santiagueños que llevaron el caso Dársena como emblema de los cientos de crímenes impunes y envió al ex fiscal Pablo Lanusse para que encabece el gobierno interventor en abril de 2004.
Carlos y "Nina" Juárez, en tanto, afrontaron condenas y prisión domiciliaria en causas por delitos de lesa humanidad y defraudación al estado.
Ayer, la justicia condenó a Musa Azar a