Apenas llegado a Ezeiza, en el plantel argentino no se veían caras de amigos, a pesar del buen empate conseguido en Belo Horizonte ante Brasil. El gesto adusto de Basile, o de Román Riquelme y Javier Mascherano lo dijeron todo.
Es que el plantel argentino se sintió "tocado" por los rumores de una enemistad entre JR y Messi. "Es feo que se agarren de un resultado para decir cosas que no son ciertas. Vamos a tener que ser cerrados y no dividirnos, por ahí no hay que hablar más", disparó Mascherano, antes de abandonar Belo Horizonte.
El volante fue por más al asegurar que "para salir campeones del mundo necesitamos de todos. Si quieren armar un conventillo vamos a atender sólo a quienes deseamos nosotros", añadió.
Los dichos de Mascherano, avalados tácitamente por Basile, cultor de su ya famoso "silencio stampa", impidieron tener una visión analítica de boca de los protagonistas del duelo ante los brasileños.
El que rebozaba de alegría era el "Pato" Roberto Abbondanzieri, una de las figuras del equipo ante Brasil, que no podía ocultar su satisfacción tras su buena actuación, luego de varios pasos en falso que dio en el primer semestre del 2008, sobre todo en su club.
"Fue de lo mejor que hice con la camiseta argentina. El arco del seleccionado es muy difícil y creo que estuve bien y merecimos ganar el partido", exclamó tras el juego Abbondanzieri, en sus únicas declaraciones a los medios en tierra brasileña.