NEUQUÉN (AN)- Eduardo Hurtado entró a la sala de audiencias con paso firme y se presentó como policía retirado. De un maletín extrajo varias granadas de gas lacrimógeno y en tono arrogante comenzó a hablar sobre composición química, velocidad que desarrolla el proyectil, trayectoria, punto de impacto.
Propuesto como testigo por la defensa, se permitió contestar en tono burlón algunas preguntas de la fiscal Sandra González Taboada. Su discurso se derrumbó cuando el otro fiscal, Alfredo Velasco Copello, le preguntó si en agosto de 2006 lo habían condenado junto al cabo primero José Darío Poblete por "vejaciones agravadas". A partir de allí las cosas se le complicaron. Incluso tuvo que admitir que las granadas que había llevado a la audiencia, y cuyas virtudes había expuesto como un vendedor de electrodomésticos, las había obtenido ilegalmente: "es cierto, no es habitual ni reglamentario que le entreguen proyectiles a un particular. Yo se las pedí al oficial Vega", que sería el nuevo jefe del GEOP Zapala. Ivana Dal Bianco, abogada del Ceprodh que se encontraba en el público, opinó que correspondía detenerlo de inmediato.
El testigo también reconoció que había visitado varias veces a Poblete en su lugar de detención.
El defensor Ladislao Simon intentó disimular su paso en falso y salvar al Hurtado: pidió que quedara constancia de que a ningún otro testigo le habían preguntado por sus antecedentes, y que la sentencia no está firme. Consideró que el interrogatorio al que lo sometían era "agraviante".
Otro detalle llamó la atención: cuando Hurtado fue condenado, lo sacaron del GEOP Zapala y lo trasladaron al Comando Radioeléctrico de Cutral Co. En cambio a Poblete lo mantuvieron en ese grupo represivo, y por eso el 4 de abril del año pasado estuvo en Arroyito. El testigo, quien se definió como una de las personas que más saben en el país sobre escopetas lanzagases, reconoció que su conocimiento de las armas provenía de sus 12 años como miembro de los grupos especiales de la Policía.
Y dijo que una de las personas que les enseñó a todos los oficiales de la policía neuquina a utilizar la Pistola Federal (así se llama la lanzagases) fue el comisario mayor José Roteta. Este oficial fue citado a declarar el martes pasado y dijo que jamás había disparado una escopeta de esa clase.
