SAN EDUARDO (ACHM).- "Me tuve que hacer a la dureza del clima, la falta de todo, pero sin embargo fui feliz, conocí a mi marido, tuve a mis tres hijos y formamos una linda familia" es el relato de Celia de Bagli, una maestra oriunda de Santa Rosa -La Pampa- que ejerció su profesión en San Eduardo.
Llegó en 1950, cuando tenía 20 años y un año más tarde se casó con Enrique Bagli y en San Eduardo nacieron sus hijos José Ángel, quien falleció en su accidente; Raúl Horacio y Beatriz Noemí que la acompañó en la jornada de ayer para participar de las actividades.
En San Eduardo tenían una proveeduría "conocíamos a todo el mundo y todo el mundo nos conocía" y en este pueblo también vivió su hermana de igual profesión, quien se casó con un hermano de su esposo.
"Teníamos unos vecinos que eran empleados de la administración que nos decía chicas se rompió la caldera, lo no significaba que nos quedábamos sin luz y sin agua, un verdadero suplicio".
Más allá de todo, la docente agregó: "Fui feliz, una parte muy buena de mi vida la viví acá".
El día de la explosión no estaba en San Eduardo y explica que "no sabe porque razón no habían comenzado las clases, era la época de (Juan Domingo) Perón y había algunos problemas, pero no recuerdo que fue lo que había ocurrido".
"Estábamos en La Pampa y nos enteramos por un vecino que dijo que escucháramos la radio que había explotado una mina en el lugar donde vivíamos", rememoró.
Luego de la explosión "mucha gente sufrió la falta de trabajo", pero a pesar del dolor por lo ocurrido Celia y su familia se trasladaron a Zapala, donde ella y su hermana continuaron trabajando en la docencia y su esposo Enrique y su cuñado hicieron lo propio en un campo que les había dejado su padre.
"Pero igual sufrimos, porque en San Eduardo éramos una familia grande" puntualiza Celia mientras saluda a sus ex alumnos.