"Se están malgastando recursos en cosas que no les han traído beneficios", dijo Germán Jalabert. "El punto neurálgico es la tracción. Si es confiable, el tren sale y llega a horario. Y como decían los expertos, la vía no hay que tocarla. Tiene 70 años, por lo que hay que ir mejorándola, pero no desarmarla", asegura.

Repasó el parque rodante en su gestión para concluir que en la reparación fue clave el convenio suscripto con Ferrosur a partir del alquiler de una locomotora que se había dañado en la gestión de Hugo Costa.

"El Estado no mira la caja de la empresa ferroviaria, lo que mira es el impacto. Nosotros habíamos hecho una cuenta, sobre un estudio de una universidad española, que si descontábamos los niveles de accidentes de tránsito, la contaminación, los gastos de mantenimiento de rutas, al Estado le costaba 2,4 millones tener el tren y el costo de no tenerlo era de 10 millones. Pero eso es si el Estado tiene una visión estratégica", agregó el ex funcionario.

Concluyó Jalabert con una comparación: "Hubo en un año y medio más descarrilamientos que en los ocho años que estuvimos Mildenberger y yo".