| Raúl Castro manifestó ayer su voluntad de continuar la senda socialista de Fidel, durante su primer discurso como nuevo jefe de Estado, en el que habló aunque sin detalles de reformas económicas y cambios en la estructura del gobierno, con la intención de "consultar" lo principal al líder histórico. "El país tendrá como prioridad satisfacer las necesidades básicas de la población, tanto materiales como espirituales, partiendo del fortalecimiento sostenido de la economía nacional y de su base productiva, sin lo cual sería imposible el desarrollo", dijo Raúl Castro. Entre las medidas que dijo se están "examinando" citó la "progresiva, gradual y prudente revaluación del peso cubano", la depreciada moneda nacional, para lo cual usó términos utilizados ya por su hermano Fidel en el pasado. Según el nuevo presidente cubano, los cambios en la moneda requieren de un "enfoque integral". Además, reiteró su demanda efectuada ya el año pasado de que el salario de los cubanos "recupere su papel" y que el nivel de vida de cada cual "esté en relación con los ingresos que recibe legalmente". Sin embargo, Raúl Castro advirtió claramente que cualquier cambio requerirá "tiempo" y "planificar bien", argumentando que "un error motivado por la improvisación, la superficialidad o el apresuramiento tendría consecuencias negativas considerables". "Hay que planificar bien, pues no podemos gastar más de lo que tenemos", dijo, animando además a trabajar "con orden y disciplina". Con el mismo propósito, adelantó que la formación del nuevo Consejo de Ministros, el "ejecutivo" de la isla, será anunciado más en adelante, en función de los cambios necesarios que haya que realizar para "hacer más eficiente la gestión de nuestro gobierno". "Es una decisión oportuna pues no se trata únicamente de nombramientos, sino de determinar qué cambios resulta necesario realizar en el sistema de organismos de la administración central del Estado", algo que, subrayó, "requiere un poco más de tiempo". (DPA) | |