LA HABANA.- Raúl Castro remplazó ayer a su hermano convaleciente Fidel Castro como presidente de Cuba por decisión del parlamento cubano en una histórica sesión.
"Asumo la responsabilidad que se me encomienda con la convicción de que el comandante en jefe es uno solo'', indicó el nuevo mandatario en alusión a su hermano mayor, ante cientos de diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), como se denomina oficialmente al legislativo.
Como vicepresidente quedó José Ramón Machado Ventura, un dirigente histórico de la revolución y del Partido Comunista, de 77 años y médico de profesión. Los acompañarán en el Consejo de Estado, el poder ejecutivo, en lugares destacados Juan Almeida Bosque, Julio Casas Regueiro, Esteban Lazo, Carlos Lage y Abelardo Colomé Ibarra. Como hasta ahora, el secretario seguirá siendo José Miguel Miyar Barruecos.
Este organismo tiene 31 miembros en total y con su nueva dirección no se vislumbran cambios sustanciales en el sistema político de la isla.
Fidel, de 81 años, anunció el martes su decisión de no aceptar una nueva reelección debido a su estado de salud que se complicó luego de una serie de operaciones intestinales que lo obligaron a delegar el poder en Raúl hace 19 meses.
En su primer discurso como mandatario, Castro pidió permiso al parlamento para consultar las decisiones de Estado más delicadas, como las relacionadas con la defensa del país, con su hermano Fidel y los legisladores aceptaron la moción de manera inmediata y unánime alzando la mano. "Fidel es insustituible y el pueblo continuará su obra cuando ya no esté físicamente aunque siempre lo estará en sus ideas", agregó Raúl Castro, de 76 años.
Los diputados siguieron atentos el discurso en una sala del Palacio de Convenciones que le dio cabida a casi 600 de ellos --en total son 614 pero hubo 17 ausencias--.
Para darle continuidad al sistema de la isla se cuenta con el Partido Comunista: "garantía segura de la unidad de la nación cubana ha de ser digno heredero de la confianza depositada por el pueblo en su líder'', señaló el flamante mandatario. "Esta convicción tendrá particular importancia cuando por ley natural de la vida haya desaparecido la generación fundadora y forjadora de la revolución", destacó.
Mientras, agregó: "afortu
nadamente no es ese el momento que vivimos, Fidel esta ahí con la mente bien clara y la capacidad de análisis intacta".
Vestido de traje oscuro y corbata gris, Castro tomó la palabra reconociendo que esta sesión parlamentaria generó una enorme expectativa en Cuba y el mundo, pues por primera vez en cinco décadas la nación caribeña no tendrá al barbado líder con su infaltable uniforme verde olivo a cargo de su gobierno.
Cifras oficiales indicaron que el Consejo de Estado experimentó una renovación del 41,9% en sus filas al ratificarse figuras de la talla de Felipe Pérez Roque o Carlos Valenciaga e incorporarse algunos otros nombres notables como el general Guillermo García Frías.
¿Cambios?
Habrá cambios y eso es bueno, dicen algunos. No los habrá y eso es bueno, dicen otros. Todo seguirá igual de mal, sostienen aún otros. Por primera vez en casi 50 años, los cubanos tienen un presidente que no es Fidel Castro.
La AP recorrió la Carretera Central, que surca la isla de punta a punta, recabando comentarios de los habitantes de este territorio, buscando recoger sus voces respecto a este histórico cambio de mando. En Santiago, a unos 900 kilómetros al oriente de la capital, la jubilada de 67 años Alicia Mentero dijo: "Raúl y Fidel estuvieron luchando juntos por mas de 50 años por la misma causa. Raúl es lo máximo. Y nosotros esperamos que todo siga igual, normal y con tranquilidad''. Aunque un coterráneo, guía de turistas que se identificó como Julio vaticinó que el saliente gobernante "seguirá siendo la cabeza pensante''.
Juan, por su parte, un campesino residente en Baire, un poblado en el municipio de Contramaestre, manifestó que el cambio debiera ser aprovechado como una oportunidad para el surgimiento de "cerebros nuevos, con otras perspectivas". (AFP/DPA/AP)