NEUQUEN (AN).- La Policía cerró las puertas de salida de la ciudad para tratar de ubicar al delincuente prófugo tras el asesinato del policía Gabriel Jara. Durante varias horas, los puentes Neuquén-Cipolletti y Centenario-Cinco Saltos, y la ruta 22 cerca de Plottier, fueron escenario de operativos a cargo de efectivos de la Despo que revisaron auto por auto, provocando serios congestionamientos en el tránsito que se mantenían anoche.
Los policías revisaron con especial cuidado a los taxis, pero también a los camiones y colectivos, y en general a todos los automóviles que buscaban salir de la provincia.
En los primeros momentos posteriores al homicidio del policía circuló la versión de que unos de los autores había escapado en un taxi. Pero ayer el ministro de Gobierno, Jorge Lara, explicó en conferencia de prensa que "teníamos la versión de un chofer que llevaba un pasajero que se bajó muy apurado al acercarse a un control policial", pero al parecer se trataba de un individuo que está desvinculado del crimen.
Otra versión indicaba que un pescador había visto movimientos sospechosos en el río Limay. Por eso la Policía patrulló el curso de agua en un gomón.
Conventillos, asentamientos y viviendas bajo sospecha policial también fueron allanadas durante la tarde de ayer buscando al tercer sujeto que participó del crimen del policía, pero hasta anoche no había novedades sobre su paradero.
La espectacularidad del accionar policial, sobre todo el rígido control en el puente Neuquén-Cipolletti, registra muy pocos antecedentes. Del despliegue participaron efectivos de todas las unidades y de los grupos especiales, coordinados por un comando de emergencia que se instaló desde el mediodía en la Jefatura de Policía.