CHACAYCO y CHOS MALAL (ACHM).- Sin dudas ayer se vivió un día de fiesta en la escuela: se inauguró el molino, un grupo de niños juró la bandera, hubo locro y torta y una pequeña integrante de Greenpeace de Capital Federal repartió junto al grupo molinetes artesanales que los niños vieron girar cuando salieron al patio.

La directora de la escuela albergue 127, Graciela Armengod, no pudo ocultar su emoción al cristalizarse el sueño del molino que les garantizará contar con luz las 24 horas.

A esta escuela concurren 30 alumnos de entre 6 y 15 años, es de jornada completa y trabajan con la modalidad de 10 días de clases por 4 de descanso.

Recibe a chicos en un área de 70 kilómetros, que vienen desde Chos Malal, Arroyo Blanco, La Salada, Laguna Auquinco, Agua de los Milicos, Agua del Sauce y Chuihuidos.

En el establecimiento trabajan la directora, tres maestros de grado, dos celadores que a partir de las 17 horas dedican su tiempo al trabajo del albergue, un profesor de educación física y seis auxiliares.

Cerca del mediodía comenzó el acto donde cinco niños hicieron la promesa de lealtad a la bandera, se compartieron poesías y palabras alusivas.

Luego integrantes de Greenpeace repartieron molinetes que fueron confeccionados por Martina y sus compañeros de cuarto grado de la Nueva Escuela Argentina 2000 de Capital Federal.

Martina contará al mundo su experiencia con un texto que aparecerá en la página de Greenpeace.

Todos se reunieron posteriormente en el patio, donde muchos hicieron girar sus molinetes mientras corrían y luego se hicieron sesiones de fotos para finalizar con locro y torta.