CHACAYCO y CHOS MALAL (ACHM).- Una escuela albergue del norte neuquino estuvo a punto de cerrar sus puertas porque el grupo electrógeno a gasoil que los provee de energía, además de estar fuera de servicio en forma reiterada, traía aparejados muchos inconvenientes porque los dejaba sin luz para el dictado de clases y además generaba contaminación ambiental y sonora. La solución llegó de la mano de Greenpeace, que instaló un molino de viento, al que los niños bautizaron como "esqueleto". que complementado a los paneles solares aporta una solución saludable para esta comunidad educativa.
Greenpeace llegó la Escuela Albergue 127 de Aguada Chacayco, a 50 kilómetros de Chos Malal, con la solución a un problema de antigua data: reemplazar el grupo electrógeno por un molino que de ahora en más revolucionará la vida de este establecimiento.
La escuela se encuentra a metros de la ex ruta 40, un camino de cornisa que conduce al establecimiento ubicado en un paisaje rural del que forman parte cerros cubiertos de nieve como producto de las últimas nevadas, cañadones y lo agrestre de la geografía de este lugar.
Allí, con una temperatura por demás agradable que acompañó una jornada que quedará para siempre en la memoria de quienes compartieron el acontecimiento, Greenpeace inauguró el molino, que comenzó a instalarse el lunes.
El equipo estaba conformado por Rosario Espina, coordinadora del grupo; Leo Silva, director de logística; Hernán Pérez Aguirre, de prensa; Federico Lombardo, que es voluntario y Abel, el técnico.
La iniciativa surgió de la solidaridad de la madrina de la escuela Lucy Pérez que es de la Asociación de Padrinos de Alumnos de Escuelas Rurales. Sus hijos concurren a la misma escuela en Buenos Aires que Pérez Aguirre y allí comenzaron las primeras tratativas, dado que Lucy estaba realmente preocupada por la situación de la escuela albergue de Aguada Chacayco.
La instalación del molino era de vital importancia para que la escuela pudiera funcionar y no cerrara sus puertas, dado que el año pasado debieron suspender las actividades en reiteradas oportunidades y este año comenzaron las clases el 16 de abril.
El molino generará 220 voltios, funciona con cuatro baterías y cuenta con muchas ventajas: no es contaminante, es barato y de industria nacional .
Pero ahora la escuela necesita de una bomba monofásica para poder realizar las conexiones al molino que les posibilitará contar con el agua.
Dejar fuera de servicio el grupo electrógeno es fundamental para esta comunidad porque está pegado a la escuela y deben soportar diariamente la contaminación sonora que produce el aparato. El personal debe colocarse barbijos y protectores en los oídos para poder ingresar al lugar donde se encuentra situado.
JUAN CARLOS PARADA
jcparada@rionegro.com.ar
