Tres jueces federales declinaron ayer investigar si empresas constructoras sobornaron a funcionarios para adjudicarse contratos de obra pública y rechazaron, así, tramitar las denuncias radicadas por su colega Guillermo Montenegro, quien quiere derivar a otros jugados la amplia lista de denuncias por el modo en que el gobierno operó en la construcción de gasoductos y otras obras.
Fuentes judiciales informaron que los jueces María Servini de Cubría, Julián Ercolini y Sergio Torres consideraron prematura la decisión de Montenegro de abrir nuevos sumarios a partir de la prueba reunida en el caso Skanska, y se desprendieron de las actuaciones.
Si Montenegro mantiene su postura, la Cámara Federal porteña deberá resolver si respalda esa decisión o dispone mantener todos los casos en el expediente principal de Skanska.
Montenegro, que a partir del 7 de junio indagará al ex titular del Enargas, Fulvio Madaro, y al ex administrador de Nación Fideicomisos, Néstor Ulloa desplazados del gobierno el pasado miércoles y a ejecutivos de Skanska, denunció a una docena de empresas de la construcción por sospechar que adulteraron facturas por servicios para enmascarar el pago de sobornos.
Se trata de la metodología que admitió haber aplicado Skanska: simular el pago de prestaciones a un grupo de empresas para justificar egresos por presuntas coimas destinadas a recompensar la adjudicación de obras públicas.