En paralelo con la violencia en el norte del país, el barrio de Verdún, en Beirut, también considerado de mayoría sunnita, fue escenario ayer de una explosión con coche bomba, según las primeras investigaciones policiales. El hecho, del que se deslindó por completo la organización Fatah al Islam, causó diez heridos y fuertes daños en infraestructura.
Hasta el momento nadie se atribuyó el atentado. La explosión tuvo lugar cerca del centro comercial de Dune, en la lujosa área de Verdún, y a pocos metros de la casa del presidente del Parlamento Nabih Berri. Esta es la segunda explosión en menos de 24 horas que ocurre en Beirut.
El domingo a última hora, una explosión sacudió el barrio de Ashrafiyeh, en el este de la ciudad, donde una mujer de 63 baños murió y otras 12 personas resultaron heridas.
La presidencia de la Unión Europea (UE), actualmente en manos de Alemania, expresó su "profunda preocupación" por el brote de violencia. En un comunicado emitido en Berlín, condenó los ataques de los islamistas y subrayó el apoyo del bloque al gobierno del primer ministro antisirio Fuad Siniora. La Casa Blanca por su parte demandó el fin de la violencia en el Líbano, dijo que cree firmemente en la democracia y la soberanía de ese país y que apoya los esfuerzos del primer ministro libanés, Fuad Siniora. EE.UU. justificó las operaciones militares libanesas, indicando que el Ejército se mueve en el marco de la legalidad. (DPA)