Jorge Sobisch ha comenzado a cerrar un período de su vida y se está despidiendo del poder.
Esa impresión dominante es la que transmitió durante la charla que mantuvo el viernes pasado, por espacio de más de dos horas, con periodistas de este diario. La entrevista se realizó en una Casa de Gobierno tan solitaria como estropeada por la ira que desencadenó la muerte del docente Fuentealba.
Sobisch, amable, convidó con caramelos y dejó entrever que está cerrando las cuestiones pendientes con aquellos a los que trató durante los últimos años como sus adversarios.
Admitió que se viene otro liderazgo en el seno del MPN y también dio la impresión de estar más cerca de bajarse de su candidatura presidencial que de mantenerla.
Sin embargo, habrá que esperar para saber si todo esto es así.
(AN)