El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, repudió la agresión que recibió la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, en Río Gallegos, y consideró que "esto es una prueba evidente de que en Santa Cruz hay intereses políticos y no sólo reclamos de los docentes y municipales". En diálogo con DyN, Fernández dijo que "no se entiende un acto de violencia de esta naturaleza" y agregó que lo ocurrido "deja al descubierto que no hay una demanda gremial, sino vocación de sectores que la gente no vota y, por medio de la violencia, pretenden generar una situación crítica en la provincia".
Fernández informó que el presidente Néstor Kirchner se mostró "sorprendido" por lo ocurrido y seguía la situación atentamente. "Obviamente que repudiamos este hecho. Es una enormidad lo que le hicieron a esta mujer. Lo llamativo es que ocurre un día después de que asume Daniel Peralta y formula un llamamiento a la concordia y el diálogo", enfatizó.
Cuando se le consultó sobre los responsables de la agresión a Alicia Kirchner, fue categórico: "fueron grupos ultraextremistas de los sindicatos docentes y municipales", y volvió a nombrar al intendente radical de Río Gallegos, Héctor Roquel.