Alicia Kirchner declaró que Río Gallegos "es en este momento como una ciudad tomada" y pidió "prudencia" porque "la violencia genera violencia y ellos quieren violentarnos", dijo en alusión a los manifestantes. Durante la conferencia de prensa que dio ayer por la tarde junto con el gobernador Daniel Peralta, dijo Kirchner que "quieren que no salgamos, que no caminemos por la calle. A los violentos les pido que reflexionen: puede haber diferencias pero el diálogo es muy importante", sostuvo.

La funcionaria consideró que "lo más importante en este momento es buscar la paz" y dijo que estaba en condiciones de "identificar" a algunos de los agresores que "estuvieron en el comienzo de los incidentes". Contó que su hermano, el presidente Néstor Kirchner, estaba al tanto de lo ocurrido "y muy preocupado". "Pero yo lo tranquilicé. Tanto él como yo queremos la armonía de nuestro pueblo", aclaró. "Les pido a los compañeros calma, que no se presten a esa violencia, les pido por favor que se mantengan de esta manera como estamos acostumbrados", rogó a los presentes que la vivaban y aplaudían.

Por la mañana, horas antes del violento "escrache", el gobernador Daniel Peralta, había ratificado la convocatoria a paritarias con los gremios estatales, entre ellos el docente, precisando que el llamado se hará la semana próxima, a través de un proyecto que enviará a la Legislatura provincial. El gobernador ratificó que aspira a "restablecer el diálogo" con los gremios en conflicto, y aseguró que tiene "buena relación" con el obispo de Río Gallegos, Juan Carlos Romanín, y con el intendente radical Héctor Roquel, muy cuestionado desde la Casa Rosada.