CRISTIAN HELOU
Los números son una cuestión genética en los Sobisch y Gastón, el hijo del gobernador Jorge Omar, siempre selló los labios cuando se tocó el tema "cifras". Conocer datos precisos del presupuesto del básquet de Independiente resultó una misión imposible, pero a la vez hay que reconocer que la comisión directiva estuvo acertada a la hora de distribuirlo.
Mantener y remodelar la "Caldera", el reducto histórico de José Rosa y Perito Moreno, no sólo sirvió para meterle presión a los rivales, sino especialmente para recuperar al hincha. No hizo falta un arrastre de gente ni tomar asistencia, porque el público neuquino sabe de básquet y se interesó por el espectáculo.
En la previa del torneo, un llamado de la AdC conmovió a algunos dirigentes y no era para menos: había una tentadora oferta para jugar en la A. Sobisch se plantó, dijo "no" y agregó que el objetivo era ascender. Ya se había comprado plaza para el TNA y era el momento de ganar el pase en la cancha. Anoche lo hizo.
El tercer acierto fue darle toda la confianza a Mauricio Santángelo y Cía. Luego de ser el mejor en la primera fase, el "Rojo" tuvo un pésimo 4-10 en el TNA 1 y cuando los rumores de recambio ganaron la calle, el presidente fue categórico: "El cuerpo técnico sigue hasta el final". Claro que agregó: "Si no ascendemos, será un fracaso".
El mensaje, contundente, llegó y de la mejor manera, porque apareció el equipo y anoche tocó el cielo con las manos.