La de San Lorenzo es una hinchada fiel como pocas, pero lo de ayer fue espectacular en el Nuevo Gasómetro. Aunque el rival fue Banfield y recién se trató de la quinta fecha, hubo marco de clásico y la euforia fue total cuando Federico Beligoy marcó el final.
Como la victoria fue sufrida, tuvo un sabor especial. La tarde empezó de la peor manera, con un gol antes de los 10 y una tarjeta roja a los 17. La mayoría de los simpatizantes, en estos casos, aflojan con el canto, pero ocurrió todo lo contrario: gritaron sin parar y contagiaron al “Santo” de Ramón.
Y si del “Pelado” se trata, tiene una banca que asusta. Sin dudas, el gran arranque del Clausura, con goleada incluida ante Boca, le dio paso a un rápido idilio con el hincha.
Desde el segundo gol de la “Gata” hasta el cierre del encuentro, los gritos se escucharon sin parar y el aliento fue más fuerte que nunca.
Con los cantos de fondo, el arquero Agustín Orión se acordó de la “banda” que fue a alentar al equipo.
“Esto es para ellos, se merecían un inicio de torneo como este. Esperemos seguir con estos resultados”, afirmó el 1 que Ramón postuló para la selección.
Con actitudes como esta, el DT fue clave para que se genere un clima como el que hoy vive el mundo San Lorenzo.