El gobernador Miguel Saiz quedó ayer atrapado en su propia especulación con la fecha electoral.
A media mañana, Icare le instaló en Viedma que en Bariloche se votará el 20 de mayo, obligando a Saiz a resolver cómo hacer frente a la estrategia del Frente para la Victoria: un eventual triunfo en esa ciudad impondrá un cuadro político favorable a días de la elección provincial.
Hasta ayer, el gobernador no tenía apuro en su convocatoria. Siempre aludía a la formalidad que tiene un plazo previo de 90 días. Igual, nada le impide un anticipo del cronograma electoral. Algo más transparente, menos especulativo.
También Saiz optará por un mecanismo con el que se excluiría de los comicios a las elecciones municipales. Una separación -que repetiría lo hecho por el ex gobernador Pablo Verani en 1999- que para Bariloche después se consolidó cuando la Convención andina institucionalizó comicios propios separados.
La posibilidad del adelantamiento en Bariloche siempre se consideró a partir de la separación resuelta por la Convención. Esta condición fue una evidente derrota a la estrategia del Frente que preveía un incidencia importante de los votos de Icare en la fórmula de Pichetto.
Saiz había sido informado que Icare evaluaba votar en mayo. Pero, recién ayer advirtió que otros juegan también con los tiempos de la política.
El gobernador ya había pensado en elecciones para la segunda quincena de mayo, con opción de la primera de junio. Esa estimación se la adelantó recientemente al secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli.
No será fácil aceptar que Saiz tenía decidida la elección para la misma o casi la misma fecha que Icare. Todo lo que el oficialismo haga e imponga desde ahora emergerá con vicio único: impedir una elección anticipada en un reducto local no favorable y evitar su costo provincial.
Habrá muchas expresiones y acciones para desestimar esa conclusión. Por el Foro, Ferreira ayer fue el primer actor en escena al decir que ya se había pedido a Saiz votar en mayo y tuvo la difícil misión de hacerlo creíble.
ADRIAN PECOLLO