El gobierno dio a conocer 'su' verdad: la inflación de enero fue del 1,1%.
Desde hace tiempo que la administración Kirchner maneja datos propios con respecto a este indicador, datos que están muy alejados de la realidad del mercado. Son pocas las familias que vieron que su salario durante el mes pasado se deterioró tan sólo un 1,1%. Cualquier persona que va al supermercado periódicamente o al almacén de la esquina de su barrio sabe que los precios subieron mucho más que lo que muestra este indicador oficial.
Yendo algo más allá: ¿Quién puede pensar que el costo de vida en el 2006 fue del 9%? Pecaríamos, como mínimo, de ingenuos si avalamos esta estadística.
Pero el gobierno terminó por blanquear una situación que era percibida por el común de la gente: el índice de inflación venía siendo 'dibujado' sobre la base de algunos precios artificialmente controlados. Cuando la inflación reprimida comenzó a desequilibrar las proyecciones oficiales con un mercado reflejando los valores reales de los productos en las góndolas, se optó por desacreditar a los funcionarios que elaboran mensualmente este índice.
Típico de un gobierno que presiona por mantener la "historia oficial".
JAVIER LOJO