ROCA (AR).- "Lo que Juancito no aprende de chico, Juan no lo aprenderá jamás" dice una máxima de la Educación Física.
De ahí la importancia de que los niños aprendan a nadar a edad temprana, teniendo en cuenta que en nuestra región viven rodeados de tentadores cursos de agua y con la llegada del calor es prácticamente imposible controlar el uso de los canales, canalitos y el mismo río Negro.
En Argentina hay casi 19 mil ahogados por año, muchos en playas, ríos y arroyos.
Si bien saber nadar no garantiza evitar las muertes por asfixia por inmersión, la experiencia en la actividad física le permite afirmar al director de Deportes de Allen, Javier Cergneux, que cuanto mejor sabe nadar un chico más respeto por el agua tiene y por lo tanto toma más recaudos.
La realidad demuestra que quienes más utilizan los canales, canalitos y el río -donde los riesgos son mayores- son aquellos niños que por cuestiones económicas no pueden acceder a una pileta con guardavidas ni pagar para tomar clases de natación.
En las direcciones de deportes de algunos municipios valletanos señalan que el principal inconveniente para abordar un programa masivo de enseñanza de la natación radica en los costos de mantenimiento de un natatorio climatizado.
Las colonias de verano
La única posibilidad para abordar la temática desde estos estamentos se da en las colonias de verano. Sin embargo, no todas incluyen la enseñanza de la natación.
En Roca, el director de Deportes, Gustavo Pérez, quien además de ser profesor de Educación Física es guardavidas de la Cruz Roja, manifestó que el municipio cuenta con la ventaja del piletón de Apycar que les ha permitido desde el 2001 poner el acento en la natación como principal actividad de la colonia.
De este modo, los cerca de 700 chicos entre 6 y 13 años que asisten todos los veranos reciben instrucción, según su nivel de conocimiento, de al menos el "estilo natural", es decir, aprenden a nadar con la cabeza afuera y a "apoyarse en el agua" para mantener la flotación.
Según Pérez, el municipio apunta a tener una pileta propia para dejar de depender de convenios con natatorios para llevar adelante los cursos de natación que se dictan en invierno.
En localidades como Allen, la colonia debe trasladarse a piletas privadas ya que por ahora no cuentan con un lugar habilitado en el río.
Si bien la natación es el eje
principal, se trabaja en bloques de 250 chicos por semana haciendo que la frecuencia de práctica de la actividad sea menor.
Igualmente se apunta a la parte técnica en la cual los chicos adquieran el nivel básico de aprendizaje y que manejen bien la flotación aunque. Según Cergneux, no han incorporado charlas de prevención en el uso de los cursos de agua.
La intención del organismo allense es poder implementar un programa escolar de natación para garantizar que todos los chicos adquieran la técnica ya que, para Cergneux, "no sirve darle la información en la escuela, los chicos deben adquirirla haciendo la actividad específica en el agua" (ver aparte).
Por su parte, Choele Choel no padece el peligro de los canales que surcan la ciudad como otras localidades, pero igual implementan la natación a través de convenios con un club.
Con este sistema, la frecuencia en que los chicos van a la pileta es muy reducida, una o dos veces por semana, donde se apunta sólo a objetivos básicos.
El coordinador de Deportes, Miguel Barreda, señala que culturalmente los chicos traen algún aprendizaje adquirido por la propia experiencia pero no tienen en cuenta las recomendaciones para evitar los peligros que acarrean las corrientes.