WASHINGTON.- El Senado aprobó por mayoría ayer el nombramiento de Robert Gates como secretario de Defensa, en una sesión en que tanto los demócratas como los republicanos lo mostraron como el hombre que ayudará a mejorar las políticas estadounidenses en Irak.
La votación de 95-2 fue un triunfo para el presidente George W. Bush, que el 8 de noviembre nombró a Gates para sustituir a Donald H. Rumsfeld como director del Pentágono, un día después de que los electores le dieron a los demócratas la mayoría en el Congreso a partir del año próximo. Gran parte del apoyo que recibió Gates fue por sus intenciones de considerar nuevas alternativas de operación en Irak. El voto coincidió con la presentación de un informe independiente que critica con severidad la planeación de Bush en ese país del Medio Oriente.
Los senadores de Pensylvania y Kentucky, ambos republicanos, votaron en contra de Gates. El ex director de la CIA subrayó el martes ante un panel del Senado que Estados Unidos no está ganando la guerra en Irak y advirtió que podría haber una "conflagración regional" en el Medio Oriente si no se estabiliza la situación iraquí.
En la audiencia, donde hubo muchos elogios y pocas críticas para Gates, dijo que está abierto a nuevas ideas para corregir el rumbo que está siguiendo Estados Unidos en Irak. Gates, de 63 años, dijo que Bush quiere un Irak que se pueda gobernar y defender por sí mismo, buscando un nuevo enfoque.
"Lo que estamos haciendo ahora no es satisfactorio", reconoció. "En mi opinión, todas las opciones sobre cómo abordamos el problema en Irak están sobre la mesa'', agregó. La Comisión de Servicios Armados del Senado votó el martes 24-0 a favor de aprobar la nominación de Gates. Ese día, Gates fue franco al responderle al senador demócrata Carl Levin si se estaba ganando la guerra en Irak: "No señor". Momentos después aseguró que en "estos momentos'', Estados Unidos ni está ganando ni está perdiendo.
Los demócratas presentes en la comisión dijeron haber aprobado a Gates por su franca exposición y mente amplia para un cambio. Para el gobierno es un respiro la aprobación abrumadora de Gates, ya que una comisión especial dijo ayer que la estrategia de Bush en Irak "no está funcionando'', en una evaluación descarnada y sombría que también apremió a Washington a adoptar la diplomacia para estabilizar al país y permitir el retiro gradual de la mayoría de los soldados en el 2008.