CIPOLLETTI (AC).- En 1993, fue uno de los primeros sospechosos por el crimen de Yanet Opazo y la tentativa de homicidio de Claudina Kilapi.
Ahora está detenido en la alcaidía de Roca por otra causa y coincidentemente comparte el pabellón con Fabián González, el único procesado por el hecho.
Héctor Marcelo Sáez fue el último testigo que declaró ayer. Fue difícil para las partes intentar que ratificara varios de sus dichos expresados en la instrucción.
Especialmente en un punto: si en una ramada González estando ebrio lo habría amenazado con un arma de fuego. Según lo manifestado con anterioridad, ante esa situación, él habría logrado quitarle el arma a González, arrojándola lejos, y el ahora imputado le habría dicho que iba a buscar otra.
"¿Cuántas veces lo amenazaron con un arma?", le preguntó visiblemente molesto el presidente del Tribunal, Daniel Drake, ante la falta de respuestas del testigo. Pero el hombre siguió sin decir nada. "Pude haberlo inventado en el momento", llegó a decir ante las insistentes preguntas. Su respuesta final fue el silencio.
Sáez habló de la golpiza que le propinaron en la comisaría Cuarta cuando lo detuvieron el mismo día del crimen. Dijo que cuando se enteró de lo sucedido iba con Néstor Castro hacia el hospital para ver a las chicas y los interceptó la policía. Les pidieron documentos y los llevaron detenidos. Castro llevaba un arma de fuego "y yo no sabía", relató.
Contó que en la comisaría, lo sacaban del calabozo y lo llevaban a la Brigada para que culpara a Castro. "Yo les decía que no sabía", mencionó. Sáez está detenido ahora por otra causa y fue sobreseido por el caso Opazo.
Para hoy hay seis testigos citados: Valeria Roxana Navarrete, Roberto Darío Meneses, Rosa Clemencia González, Azucena Sotelo, Pedro Isaías López Palacios y Luis Adrián Zúñiga.