Número de Visitas Agréguenos a Favoritos 
TITULOS SECCIONES SUPLEMENTOS OPINION CLASIFICADOS SERVICIOS NUESTRO DIARIO PRODUCTOS
 
Domingo 30 de Julio de 2006
 
Edicion impresa pag. 39 > Sociedad
"No peleábamos por la patria, sino porque nos llevaron a pelear"
José fue combatiente de Franco
José fue combatiente de Franco "porque me obligaron, no elegí".
Click para ampliar

NEUQUEN (AN).- "Soy ex combatiente de Franco porque estaba en la parte de él. No es que yo elegí", afirma José Fernández, un gallego "de pura cepa", que combatió para los nacionalistas en la Guerra Civil Española.

José tenía 18 años cuando lo enrolaron en el Ejército. Fue el 25 de marzo de 1938. "Si no te presentabas te buscaban y corrías el peligro hasta que te podían fusilar", explica, con marcado acento gallego que no lo deja ni a los 87 años.

Había nacido en la parroquia de Lores, ayuntamiento de Meaño, provincia de Pontevedra, Galicia. Dos de los siete hermanos, Rodolfo y Juanito, también combatieron para los nacionalistas. "La República en España era buena. Pero eran mala la gente de la República, porque eran comunistas", argumenta.

José era zapatero y trabajaba el campo cuando lo alistaron en la Infantería. Lo incorporaron en Pontevedra y lo enviaron al cuartel del Carmen, en La Coruña, a entrenarse. "Fue un mes de instrucción con armas. Pero yo no había visto un arma en la puta vida", cuenta. Aprendió a disparar con el fúsil y la ametralladora. Luego lo llevaron al frente Madrid. Allí estuvo otro mes.

Primero se desempeñó como proveedor, su función era llevar municiones que pesaban unos 40 kilos; después pasó a tirador. Afirma que la campaña en Extremadura, donde estuvo 6 meses, fue la más dura. Allí resultó herido en un enfrentamiento en Sierra Trapera, cuando una bala le perforó la pierna derecha.

"Fui herido, me vendaron y tardé tres días en llegar al hospital. Cuando llegué al hospital salió piel, salió todo y por eso quedó esta marca, porque la carne estaba podrida", relata José, mientras señala la cicatriz, que no se ha borrado en 68 años. "Eso le pasaba a muchos porque en esos tiempos no había penicilina, no había nada. Se curaba con baños de aguas que había y pomadas".

Aún así, sostiene que "en una Guerra cuando vos estás en combate no tenés miedo". Pero no sabe explicar por qué. "Cuando teníamos combates fuertes te daban una grapa, con la cantimplora. Eso te hacía volar", rememora. "Pero después estás triste todo el tiempo, vivís con tristeza".

Su hermano Rodolfo, que participó de las batallas de Teruel, estuvo prisionero de los republicanos hasta que terminó la Guerra. "El coronel que era el jefe de las fuerzas republicanas que tomó Teruel y que estuvo en las tres batallas murió acá en Neuquén hace dos años, éramos amigos, era muy macanudo", afirma. "Allá era coronel, acá gasista", añade.

"Extrañaba mi familia, todo", admite José, que había dejado en su pueblo a su novia, Emilia Castro, que lo esperó el tiempo que duró la guerra. Se conocían desde niños y se casaron en octubre de 1944, cuando dejó el Ejército.

Se enteró de que la Guerra había concluido en la ciudad de Cáceres. "La Guerra terminó el 28 de marzo, le pusieron el 1 de abril de 1939 -asegura-. Estábamos en la estación todos esperando un vagón para llevarnos al frente y ahí viene un sargento que levantaba el techo y gritaba: ¡se terminó la Guerra, se terminó la guerra! Sabés que despelote".

Pero el Ejército no lo liberó. Estuvo dos años como escolta de los prisioneros republicanos que fueron detenidos en campos de concentración. "De esos que eran prisioneros tenía unos amigos, muy buenos, había ingenieros, arquitectos, había de todo".

La posguerra fue dolorosa. "Franco levantó España porque a nosotros nos cagó de hambre", sostiene. "Para cuatro personas nos daban medio kilo de pan negro para todo el día. Un cuarto de kilo de azúcar, medio litro de aceite y medio kilo de porotos para todo el mes".

José llegó en 1952 a la Argentina. A los pocos días arribó a Neuquén. Dos años demoró en traer a su esposa y su familia. Regresó de visita a España en 1975 y en 1992. La situación era totalmente distinta. Setenta años después, asegura que "el odio era en los de arriba, no en la gente del pueblo". Afirma que la Guerra Civil española fue distinta a todas. "Nosotros no peleábamos por la patria, porque no nos había invadido otro país. Peleábamos porque nos llevaron a pelear y nada más".

 
notas relacionadas
"Fue una bestialidad"
"Tira de vuelta, cobarde"
nota principal
haga su comentario otros comentarios
 
 
sus comentarios
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
Todos los derechos reservados Copyright 2006