El fallo de la Corte Federativa deportiva de Italia corrió como reguero de pólvora. Nadie le dio la espalda. Menos el presidente del Inter, Massimo Moratti, quien fue muy duro. Para el dirigente las sanciones son "inadecuadas" porque "lo justo sería que los dirigentes pagaran las cuentas en la cárcel".
Para Moratti las penas son "una injusticia para los jugadores que se esforzaron por su camiseta. Los verdaderos responsables son los dirigentes y deberían pagar las cuentas en la cárcel".
Mientras tanto, del otro lado del río, el presidente de la Juventus, Giovanni Cobolli Gigli, aseguró que "no podemos aceptar de ninguna manera esta sentencia" y juró que el club de Turín llegará hasta las últimas consecuencias. "Proseguiremos nuestros recursos ante todas las instancias posibles, si es necesario ante la justicia civil", sentenció.