ROCA (AR).- Varias de las víctimas de esta red de prostitución y abusos de menores, se conocían de antemano. Debido a la triste realidad que cada una tuvo en su corta vida, coincidieron en su paso por algunos hogares de menores de esta ciudad.
Apenas se descubrió el caso, se encaró una difícil tarea: intentar que las víctimas contaran qué era lo que realmente pasaba en la propiedad de Fasanella. Y para lograrlo, tuvo mucho que ver el paciente trabajo del personal policial femenino a cargo de la subcomisario Elba Fuentes.
Poco a poco las víctimas comenzaron a hablar, y los detalles de experiencias terribles empezaron a saberse.
Lograr que las chicas que habían pasado por esta pesadilla confiaran en las mujeres policías y contaran lo que sabían era casi determinante para la investigación, ya que sin testimonios, se corría el riesgo de no poder avanzar en la causa.
Sin embargo, algunas de las chicas que fueron en alguna oportunidad a la casa de Fasanella, habrían optado por no contar detalles de lo que allí sucedía. "Hicieron una declaración muy armada. Daba la sensación que alguien les había indicado qué decir y que no", señaló una fuente allegada a la investigación.
Actualmente, las víctimas están con tratamiento psicológico en el hospital de Roca. También algunos padres se acercaron al juzgado para ver la forma de revertir esta especie de abandono familiar que sufrieron sus hijas.
"Al menos la situación puede mejorar. Lo pasado no se puede remediar, pero tal vez se logre que no vuelva a suceder", señaló una fuente consultada por "Río Negro".