ROCA.- En el 2005 Keiko Kotoku asombraba al Festival. Este año el público debió rendirse frente a la magia de la japonesa Naoko Takada. Esperando que suceda nuevamente, en el Festival Internacional de Percusión de la Patagonia se hizo presente el toque oriental.
- Naoko, ¿cómo llega la música a tu vida?
- Porque de pequeña veía a mi madre cantar mientras cocinaba. Luego a los ocho años me llevaron a un concierto de marimba clásica, de los alumnos de Keiko Abe, una reconocida marimbista japonesa. Cuando finalizó el concierto, me presenté frente a ella y le dije que quería tocar la marimba. Mis padres no querían que empiece, porque de chica era muy loca y cambiaba siempre de idea. Un día quería ser cocinera, otro día futbolista, otro día piloto de avión, etc. Pero realmente quería tocar y le usaba todos los elementos de cocina a mi madre, hasta que le rompí sus platos favoritos y a partir de ahí decidieron comprarme un xilofón de juguete.
- ¿Qué es lo que más te llamó la atención de la Argentina?
- El tango. En el 2000 vi a Angel Frette por primera vez tocar tango en marimba y me di cuenta que quería hacer eso. Yo siempre quise bailar tango, pero cuando vi eso, se mezclaron las dos cosas y pensé que se podía.
- ¿Qué destacas de este Festival?
- Primero, la energía y la cara de felicidad de la gente. Y segundo, que en otros festivales del mundo ves a muchos estudiantes desanimados porque ven a los mejores y te preguntan si deberían dejar la marimba y dedicarse a otro instrumento. Y acá no, al revés, la gente me dice "me gustó tu música, me ayudó mucho, quiero tocar como vos".
- ¿Te veremos el próximo año?
- Eso espero. Desde que llegué, siempre quiero volver acá.