MAS INFORMACION

Juan Pablo II pidió ayuda para poder seguir con su misión

Análisis

Un estilo moderno y conservador

El cielo sobre la Plaza de San Pedro es azul celeste, el sol cae sobre la cara de los peregrinos. Clima de verano en otoño, ideal para festejar "Gigante de la Historia", saluda "L'Osservatore Romano" . Ningún elogio superlativo es excesivo para los fieles. Los medios no se cansan de festejar al "Papa récord": en kilómetros viajados, Juan Pablo II dio 60 veces la vuelta al mundo, predicó ante 250 millones de personas, habló con 570 jefes de gobierno y Estado.

Pero es el mismo Karol Wojtyla quien no se conforma con palabras felices y buenos recuerdos. Este polaco tenaz, preocupado por el futuro de la Iglesia, vuelve a tomar las riendas frente los cardenales y obispos reunidos en Roma Viejo y enfermo, el Papa reunió fuerzas para emitir uno de sus últimos mensajes importantes. Su voz es débil, pero su demanda es inconfundible: Roma es quien manda en la Iglesia. Así lo dice alto y claro su escrito "Pastores del rebaño", dirigido a los reformistas y modernizadores que quieren flexibilizar la doctrina y ampliar la democracia interna de la Iglesia.

El Papa no quiere que los obispos voten, sino que sean obedientes, castos y lleven una vida austera. "El principio y el fundamento de la unidad de la Iglesia y de la congregación de obispos es el Papa". "Roma locuta, causa finita" se llamaba antes a este principio: Roma ha hablado, asunto terminado.

Una vez más, el primer Papa eslavo de la Historia, reafirma su carisma y estilo, a la vez moderno y conservador. El 263 pontífice, nació en Wadiwice hace 83 años, cerca de Cracovia, en Polonia, el 18 de mayo de 1920, en el seno de una familia modesta. Ordenado sacerdote a los 26 años, en 1946, en 1965 fue nombrado obispo, y en 1967 cardenal. Su elección al trono fue una sorpresa ya que no figuraba entre los favoritos. Fue el 16 de octubre de 1978, a las seis de la tarde en la Plaza de San Pedro. Un Juan Pablo II de 58 años apareció ante a los fieles y, rompiendo el protocolo, les habló directamente. "No sé si me expreso bien en vuestro, nuestro idioma. Si cometo errores, corríjanme!", dijo, ganándose el corazón de la multitud.

Dedicó inmediatamente su pontificado a la Virgen, de quien es devoto ferviente. Su pontificado pasará a la historia no por haber reorganizado a la Iglesia Católica, tras la crisis post-concilio provocada por las reformas iniciadas a finales de los años 60 con el Vaticano II, consideradas demasiado radicales por algunos, Juan Pablo II entre ellos. Escribió catorce encíclicas, en las que defiende la causa de los pobres y publicó un catequismo nuevo además de haber presidido manifestaciones multitudinarias en varios lugares del mundo.

La paz y el entendimiento internacional, la defensa de los derechos humanos, la promoción de una gran Europa , la solidaridad entre el Norte y el Sur, la reconciliación con judíos y musulmanes se combinan con posturas conservadoras como la reafirmación de los principios tradicionales de la Iglesia Católica en el campo de la moral sexual: el divorcio, el aborto y la homosexualidad . Poeta, filósofo, políglota, deportista, Juan Pablo II tuvo una descartada actuación en la caída de los regímenes comunistas en Polonia y en Europa Oriental a finales de los años 80.

Desde el atentado del 13 de mayo de 1981 en la Plaza de San Pedro, que lo dejó gravemente herido, el Papa comenzó a sufrir problemas de salud: cáncer del intestino, varias fracturas y el mal de Parkinson. Pese a su enfermedad, el Papa se opuso con fuerza a la guerra contra Irak, la misma determinación que demostró hace años para alejar a los teólogos de la liberación en América Latina y alentar a movimientos conservadores como el Opus Dei. (DPA/AFP)

MAS INFORMACION

Juan Pablo II pidió ayuda para poder seguir con su misión