Domingo 13 de abril de 2003
 

Polémica por los jugosos contratos de reconstrucción

 
  Washington, (dpa) - Mientras aún suenan disparos en Irak, el Departamento de Defensa de Estados Unidos ya comenzó a beneficiar con contratos para la reconstrucción del país a grandes corporaciones estadounidenses, y miembros del Congreso de Washington empezaron a indagar si podría haber algo sospechoso en esos lucrativos acuerdos.
El más controvertido de los convenios es el contrato por 7.000 millones de dólares cedido por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército estadounidense a una subsidiaria de Halliburton, una empresa que encabezó el vicepresidente de Estados Unidos Dick Cheney. Dos legisladores pidieron a una comisión de investigación del Congreso que investigue si la corporación recibió un trato preferencial a expensas de otras compañías.
El acuerdo es por el combate y la extinción de incendios petroleros en Irak, algo para lo que pocas empresas están equipadas. El Cuerpo de Ingenieros contestó a los parlamentarios que el contrato fue adjudicado sin competencia porque se necesitaba rapidez. Sin embargo, aparentemente no hay incendios de pozos petroleros en Irak y las horrendas nubes negras provienen de trincheras llenadas con petróleo y luego encendidas por los iraquíes en un intento por cegar las armas guiadas por láser estadounidenses. Un contratista de defensa estadounidense que pidió el anonimato indicó que en principio no hay grandes fuegos petroleros para extinguir en Irak y que la mayor parte del trabajo de reconstrucción parece estar al alcance de cualquier gran firma internacional.
Según el empresario, el modo en que fue diseñado el contrato con la subsidiaria de Halliburton da un cheque en blanco para la reconstrucción general del país asiático por un período de dos años, permitiendo una ganancia del 7% sobre costos, un beneficio que podría alcanzar los 490 millones de dólares.
Las compañías de Halliburton no fueron seleccionadas para otros contratos de reconstrucción, pero otras grandes empresas cercanas con vínculos con los republicanos de la Casa Blanca fueron elegidas por la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID). Funcionarios de gobierno sostuvieron que los trabajos requieren experiencia, pericia y un tamaño tal que permita manejarlos, y que no debería sorprender que los empresarios que lideran esas compañías tengan afinidades naturales con el Partido Republicano. Las firmas de construcción extranjeras no son plausibles de ser elegidas para contratos estadounidenses. Así lo señalan las leyes de EE.UU.
   
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